opinión

La mentira os hará libre

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por lo menos hasta que la perezosa Justicia española dictamine. Para luego es tarde, pero muchas veces es nunca. En la espera conviene saber que lo que hace libres a muchos farsantes es precisamente la mentira. No solo porque repruebe personalmente el insulto, pero siempre me ha parecido mal que la gente, decepcionada con razón, exhiba pancartas donde se puede leer (todo el que sepa, no todo el que grite) esa fácil rima de «Zapatero, embustero». No ha engañado más que otros y a veces no lo ha hecho en defensa propia, sino en defensa ajena. Como en aquella historia de la manifestación donde una muchedumbre pedía trabajo y alguien se acercó a uno de los vociferantes que lo solicitaban y le dijo que se presentara al día siguiente en su empresa. -Y entre todos los que estamos aquí ¿por qué se ha tenido que fijar usted en mí?

El embuste no es solo una técnica, sino una estrategia común. La practican los que encubren sus fracasos y los que prometen sus futuros éxitos. El plusmarquista, a escala continental, es 'Il Cavaliere' Berlusconi, ese César de opereta, que acaba de declararse monógamo. El primer ministro de la 'divina península', envuelto en un caso más de prostitución de menores, ha dicho que tiene una novia estable, aunque sumamente móvil.

Le ofende que se diga que se ve precisado a pagar prostitutas, ya que siempre ha cobrado de ellas en monedas de popularidad y desde hace tiempo se ha visto asediado por púberes canéforas con menos ropa interior que exteriores encajes. «Tengo una novia estable», ha dicho el señor presidente. Quizá no mienta el combativo anciano. Su novia es su poder, pero eso les pasa a todos los que se casan con el mando. Solo la mentira les defiende. Siempre hay que apoyarse en alguien fiel.