«Una señora quería que yo le pasara consulta»

'1.000 preguntas y respuestas sobre tu salud', así se titula el nuevo libro de Ramón Sánchez-Ocaña, una enciclopedia médica familiar con preguntas que van del absceso al zumbido de oídos, pasando por el cáncer. Más de 40 años lleva dedicado a la divulgación este mediático periodista de 68, padre de tres hijas y abuelo de cinco nietos. «La salud -bromea- es un estado transitorio que no augura nada bueno».

- En la portada del libro se le ve coloradote y lozano. ¿Eso viene de cuidarse o de meterse un buen plato de alubias?

- Bueno, je, je, la foto está hecha a la vuelta del verano, tras un periodo bastante liberal en cuanto a comer y beber. Tenga en cuenta que yo soy asturiano y veraneo allí

- Y alguna que otra fabada cayó.

- Cayó, cayó. La gente interpreta la salud como si fuera comer verdura cocida y pescado a la plancha y no es necesariamente así. La salud no tiene por qué ser aburrida. No pasa nada por comer un día una fabada. Lo que no puede ser es comerla a diario.

- ¿Su libro es apto para hipocondriacos?

- Sí, porque no se trata de leerlo como una novela. Es un libro de consulta. Tampoco pretende suplantar al médico. Lo que quiero es que cuando ese lector vaya al médico lo haga lo más informado posible. Con una información fiable y contrastada, claro. Porque si acude a Internet se va a armar un lío.

- ¿Va usted mucho al médico?

- Por suerte, no. Pero he tenido algún susto. Hace cuatro años me pusieron dos 'stents' en las coronarias.

- ¿En casa del herrero...? ¿Fumaba?

- No fumo desde hace muchos años. Cuando empecé a hacer 'Más vale prevenir' dejé de fumar de manera radical, después de una experiencia tremenda. En el programa habíamos elegido como ejemplo de los desastres del tabaco a un señor con un enfisema tan fuerte que no podía apagar ni una cerilla por falta de fuelle. Pero fuimos a rodar... Y se nos había muerto.

- Volviendo a sus coronarias...

- Estuve viendo en la pantalla cómo me metían el catéter desde la femoral hasta el corazón. Me pareció muy interesante.

-¿ Nunca se mareó con la sangre?

- Jamás. Soy de familia de médicos y siendo chavalín vi cómo se operaba un tumor cerebral y cómo levantaban la tapa del cráneo. Lo recuerdo con curiosidad y aprecio.

- ¿No quiso estudiar Medicina?

- Por trayectoria familiar yo iba a ser médico. Hice bachillerato de ciencias con esa idea. Pero cuando llegué a sexto tuve un buen profesor de Filosofía y giré rotundamente hacia las letras, con ánimo de ser escritor. Escribí una novela y dos obras de teatro, me presenté a concursos de relatos... Hoy, ya solo escribo en la intimidad.

- ¿La crisis nos está quitando la salud?

- La crisis está aumentando nuestros problemas mentales.

- ¿Cuál es la pregunta más curiosa que le han hecho?

- Hace poco llamó una señora al despacho diciendo: «Quería que me viera el doctor Sánchez-Ocaña». La secretaria le dijo: «Es que no es médico, es periodista». Y la señora respondió: «No importa, yo quiero que me vea él».

- ¿Cuál es el remedio más extravagante que ha conocido?

- Tuve un nieto con un catarro muy fuerte. Y alguien, que venía de un país hispano, pidió permiso para romper dos huevos como si fuera una magia extraña. No creo en eso. Es como cuando la gente de aquí se va a Houston...

- ¿No iría a Houston por un cáncer?

- No, porque los protocolos anticáncer son los mismos allí que aquí. Al cáncer le dedico muchas páginas en mi libro. A la gente le interesa, pero en la tele produce rechazo. Cuando hablábamos de cáncer en 'Más vale prevenir' disminuía la audiencia. Y subía si hablábamos de varices.