RECUERDOS DE NUESTRA VIDA

El otro día acudí a un pase en la Casa de América de Madrid, en la Plaza de Cibeles, para ver 'La vida de los peces', la película del chileno Matías Bize que ganó el premio al Mejor Guión en el último Festival Iberoamericano de Cine de Huelva.

Matías Bize, como ya demostró en su cinta más conocida,'En la cama', domina, pese a su juventud, el juego cinematográfico y en especial los diálogos y la utilización de primeros planos que hacen que el espectador se convierta en un protagonista, casi en un cómplice más, de lo que nos transmite la pantalla. Es un director que ganó el Goya con aquella película de desconocidos que se acercan a sus más íntimos sentimientos a través del sexo, y que ahora recurre al reencuentro de una pareja después de diez años sin saber nada el uno del otro, con sus vidas establecidas y distantes pero siempre con el recuerdo de la relación que mantuvieron.

En un momento de la película, el protagonista dice que «habría que pedir una indemnización a quiénes te quitan el sitio que guarda tus mejores recuerdos». Y es que, por ejemplo, en buena parte de la costa española sería difícil recuperar algún recuerdo por pequeño que fuera. Los recuerdos de infancia y juventud de varias generaciones han sido enterrados para siempre.

¿Qué pasaría, en cambio, si nos quitaran los libros que nos han formado o nos han emocionado? Mario Vargas Llosa lo ha dicho esta semana en Estocolmo, dónde ha recibido el Premio Nobel de Literatura: «La lectura es la cosa más importante que me ha pasado en la vida». El placer de leer puso a los pies de 'Varguitas', antes de que lo fuera, todo el universo de la literatura .

¿Cómo hubiese planteado su discurso si todos aquellos libros que leyó en su infancia hubiesen desaparecido?, ¿si no hubiese podido constatar los recuerdos de aquellas páginas que le hicieron escritor?, ¿de aquel universo de papel que alimentó su mundo de ficción?

Mario Vargas Llosa no hubiese existido sin la lectura. Gracias a ella la obra del Nobel peruano forma ya parte de los mejores recuerdos de millones de lectores de todo el mundo.

Las historias, los personajes que ha novelado en los últimos años aparecen centelleantes en nuestra memoria porque nadie ha sido capaz de demolerlos .

Tampoco nadie ha sido capaz de destruir el mito de los Beatles y hoy, como siempre, aún sigue sonando esa música que tuvo en John Lennon a uno de sus grandes artífices. Treinta años después de su asesinato en la ciudad de Nueva York, Lennon sigue vivo, porque forma parte de nuestros mejores recuerdos.