¿Cómo frenar los bazares?

La nueva fisonomía de la calle Real ha convencido a la mayoría de isleños y comerciantes (dejando a un lado la conveniencia o no de que pase un tranvía) al mostrar sus posibilidades de ocio y de crear actividad económica, sobre todo para la hostelería. El problema es que los negocios que se están instalando en esta gran vía se orientan hacia un mismo tipo de mercado basado en la estructura de los bazares, grandes superficies en las que se puede encontrar de todo a un módico precio. Con lo cual, se reducen las probabilidades de que las grandes firmas se interesen por este espacio y se asienten en el centro revitalizando el latir comercial.

El Partido Socialista ha sido el primero en poner este asunto sobre la mesa y llevarlo a pleno para iniciar una regulación que impida la expansión de estos negocios. Sin embargo, su propuesta no fue apoyada ni por los andalucistas ni por los populares, al considerar la normativa como inviable.

Pero la experiencia muestra lo contrario ya que hay municipios que ya han puesto en marcha este mecanismo. Es el caso de del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira. El PGOU de este municipio sevillano ya reglamentaba en 2008 la apertura de bazares multiprecio en el centro de la localidad. Posteriormente, en julio de 2010, la medida se hizo extensiva al resto del municipio.

La solución

En el caso de San Fernando bastaría con introducir en el artículo 4.4 del Plan de Protección y Reforma del Casco Histórico (Peprich) -en donde se regula la compatibilidad y las imitaciones específicas- la restricción a la apertura de este tipo de comercios. De hecho, el Consistorio ha utilizado este documento para acciones similares, como la prohibición de apertura en todo el casco histórico de «grandes y medianas superficies comerciales de productos alimenticios». Lo que demuestra que desde el ordenamiento urbanístico local es posible regular aquel tipo de establecimientos de los que la calle Real se encuentra ya saturado y que, por tanto, impiden el desarrollo de otros usos comerciales.

También existen otras fórmulas para ello. Siguiendo con el ejemplo de Alcalá de Guadaira, en el municipio sevillano su gobierno local restringió la apertura de establecimientos en el centro de la localidad al ámbito del comercio denominado especializado. Previamente se había efectuado la definición de este tipo de comercios que debían contar con una serie de características tales como si operan bajo el formato de franquicias o cadenas sucursalistas o los productos que expongan a la venta se clasifican en, a lo sumo, cuatro clases diferentes dentro de los grupos establecidos en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-2009). «Debemos poner todo cuanto esté a nuestro alcance para ayudar al comercio tradicional. La limitación sólo es un paso al que deben seguir otros como el fomento de toda la zona ante las grandes franquicias. Sólo con acciones de esta índole que cuenten con el objetivo claro de impulsar la economía local y el que se ha convertido en su principal motor: el pequeño comercio», aseguró el portavoz socialista Fernando López Gil.

Y es que la peatonalización de la calle Real es el pilar en que se va a intentar sustentar la creación del centro comercial abierto de San Fernando que va dando pequeños pasos para asentarse. Hace unas semanas el Ayuntamiento y los comerciantes firmaron un acuerdo para impulsar esta iniciativa. La primera propuesta ya se ha hecho realidad y por diferentes calles del municipio se puede encontrar señales específicas que indican la ubicación de los comercios tradicionales del centro de La Isla.