Las asociaciones ya hacen censos de familiares y se ofrecen los cementerios

La exhumación de la fosa común de El Marrufo no se presenta como una tarea fácil. Y no sólo por la enorme extensión de la finca (linda con Jimena, aunque esté en Jerez), lo que implica que deba vincularse a un alto número de ayuntamientos en el proceso (Jerez, Jimena, Alcalá de los Gazules, Ubrique, Algar y San José del Valle), sino también por el alto número de personas que pueden están enterradas en ella. Por eso, los diversos colectivos ya hace tiempo que informan a la ciudadanía de esta zona -y a los que hayan emigrado- para, en la medida de lo posible, «elaborar un censo de familiares que tengan o puedan tener allegados enterrados en esta fosa tras haber sido fusilados».

En cuanto a qué ocurrirá con todos esos cadáveres una vez se inicie el proceso, hay que recordar que el Ayuntamiento de Jimena -de donde eran vecinos muchos de los fallecidos- ya ofreció las instalaciones del cementerio municipal para llevar allí los restos de las exhumaciones. Sin embargo, esta propuesta que el consistorio realizó al mismo Juan Gallo, comisario para la Memoria Histórica, no fue bien recibida por algunas de las asociaciones implicadas.