«Los concertados religiosos pedimos donaciones voluntarias»

El director del colegio salesiano de Jerez Oratorio Torres Silva, Juan José Jiménez, es también el máximo responsable en la provincia de las Escuelas Católicas, que suman ochenta centros en toda la provincia. Jiménez explicó cómo funciona el cobro de las cuotas diferenciándolo del sistema utilizado por los colegios no religiosos.

-¿Cómo define el cobro de cuotas en los colegios religiosos?

-Hay que distinguir entre cobrar por actividades extraescolares y otros servicios que se prestan en los centros, y que los concertados no tenemos subvencionados como los públicos, y las peticiones de donaciones. Nosotros formamos parte de instituciones que se dedican sus propios fines como los grupos de fe, grupos de comunión, colectas para obras sociales, entre otras muchas actividades. Estas donaciones son voluntarias y no hay que confundirlas con las cuotas por las escuelas de música o de fútbol que se dan en horario no lectivo.

-El cobro supuestamente irregular de las cuotas por parte de algunos colegios ha abierto el debate de la financiación de los centros concertados. ¿La aportación pública es suficiente?

-No lo es. La Administración paga el sueldo del profesorado (que cobra menos que en el sistema público, pero éste es otro debate) y también los gastos de funcionamiento (luz, agua, gas, portería...), pero esta última es totalmente deficitaria. No es posible mantener estas estructuras que tenemos con esas ayudas públicas. Todo lo que hacer referencia a pizarras digitales y otros instrumentos para la modernización de las enseñanzas corren por nuestra cuenta. Afortunadamente, las asociaciones de padres colaboran con nosotros y las propias instituciones religiosas sufragan parte de los gastos.

-¿Esto quiere decir que los colegios concertados no son un negocio?

-La mayoría de los colegios son deficitarios y como instituciones religiosas, cada vez más. Puedo asegurar que los salesianos no perciben nada de nuestro colegio, al contrario, suelen hacer aportaciones. Y nosotros no tenemos cuotas voluntarias porque escolarizamos a niños en un barrio en el que tampoco hay muchos recursos económicos. No podemos pedir dinero a los padres, cuando tenemos muchas familias en las que está parado tanto el padre como la madre. No sé qué piensa la gente qué es la educación pero no es un buen negocio.

-¿Los colegios no son centros para familias con bastantes ingresos?

-No siempre. Y cada vez menos, porque muchos padres recurren ahora a los concertados, religiosos o no, porque están cerca de sus viviendas y porque ofrecen buenas actividades extraescolares (que no tienen ayudas públicas) donde sus hijos pueden formarse mientras ellos trabajan.