Sancti Petri será peatonal y una tercera parte tendrá uso náutico

Cierre los ojos. Imagine un recinto semipeatonal, con actividades náuticas, tiendas y bares donde tomar un refrigerio, dos clubes para gestionar un millar de atraques, un museo de interpretación de la figura de Hércules-Melkart para el turista, una capilla y varias dependencias más por definir. Esa imagen que tiene en su mente quizás se parezca al futuro poblado de Sancti Petri.

El alcalde de Chiclana, José María Román, presentó ayer el diseño que tendrá en el futuro la península almadrabera chiclanera. Bajo la denominación de Plan de Usos, el documento en cuestión no es otra cosa que una ristra de planos, mediciones y distribución sobre papel de lo que se quiere hacer allí.

Sancti Petri dispone de más de 130.000 m2 de superficie total, y se explotará en cuatro vertientes, la náutica-deportiva, la pesquera, la cultural y social, y la comercial y de ocio. Todos los usos previstos, entre los que se excluyen la promoción inmobiliaria y la construcción de hoteles, están recogidos en la ley de Costas y su dominio marítimo-terrestre.

En principio, se plantea que se destinen 4.801 m2 a la actividad pesquera (apenas el 5% del total); 33.800 m2 más a uso náutico-deportivo (el 34,3%) ; 7.000 m2 para actividades hosteleras y comerciales (un 22,8%), y el 9% para equipamiento dotacional (8.723 m2 ).

Así, y aunque Sancti Petri no olvidará su historia y tradiciones, la revolución será grande. Se confirma el millar de atraques anunciado cuando se drague el caño Alcornocal, se pondrá en uso un nuevo muelle, y aparecerán espacios para la industria auxiliar y talleres. Las empresas de vela y actividades acuáticas también tendrán cabida, y compartirán espacio con el Club Náutico Sancti Petri, la asociación de pescadores Caño Chanarro, y un segundo club que dará servicio al Alcornocal.

El poblado contará también con instalaciones sanitarias, la capilla de El Carmen (actualmente en restauración), un centro cultural con la figura de Hércules-Melkart como atractivo, y una estructura de tráfico similar a la que tiene en la actualidad. De hecho, los planes municipales pasan por mantener el acceso en una única dirección, eso sí, limitando la circulación de coches en buena parte de la península para reforzar su enfoque turístico.

Para albergar a los miles de chiclaneros y turistas que recibirá cuando finalice su recuperación, el poblado marinero contará con 663 plazas de aparcamiento, y se plantea la construcción de un subterráneo con capacidad para otras 480. Las zonas que se encuentran en mal estado, unos 6.500 m2 de superficie total, serán restauradas.

Para que este sueño sea una realidad, toca esperar a que el Ayuntamiento reciba la concesión administrativa de Costas, por la que que ha pagado 207.000 euros en justiprecio. Además, la Agencia Pública de Puertos debe dar su visto bueno a los usos náuticos y los fondeos. Los colectivos que integran la denominada Mesa por Sancti Petri conocerán con más detalle este diseño del futuro poblado en un encuentro el próximo lunes.