Los acusados del 'caso Marta' no serán juzgados por un tribunal popular

Los cuatro acusados por la violación, muerte y desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo no tendrán que enfrentarse finalmente al jurado popular que tanto temían. El juez que debía haber presidido este jurado ha decidido aplicar la última jurisprudencia del Tribunal Supremo para que sea un tribunal profesional, formado exclusivamente por jueces, quien presida la vista del caso. Para ello entiende que, pese a las distintas versiones ofrecidas por el principal encausado, Miguel Carcaño, el asesinato de la chica se produjo para encubrir una violación.

Fueron las defensas de los adultos implicados quienes insistieron en que el caso no se adecuaba al procedimiento previsto para el tribunal del jurado. Ahora, en un auto, el juez Javier González Fernández acepta la premisa de que la violación de la adolescente fue el delito originario, y que posteriormente Miguel Carcaño y el menor Javier G. 'El Cuco' dieron muerte a Marta «para impedir que pudieran ser descubiertos los hechos que acababan de llevar a cabo, esto es, las agresiones sexuales».

Y para apoyar este razonamiento afirma que limpiaron «de sangre y otros vestigios» procedentes «no de la muerte violenta, que lo fue por asfixia, sino de las previas agresiones sexuales» el piso de la calle León XIII de la capital hispalense, en el que consumaron la agresión.

El magistrado coincide en que la violación, el asesinato y el posterior encubrimiento entre los implicados son delitos conexos, aunque sin posibilidad de enjuiciarlos por separado. Y concluye que a la vista de la última doctrina del Supremo el proceso debe encausarse a través de una de las secciones de la Audiencia Provincial, dado que los delitos sexuales no son competencia del jurado popular. De hecho, el propio Miguel Carcaño llegó a decir que había confesado una falsa violación de Marta con el objetivo de evitar un tribunal no profesional.

Esta decisión supone un nuevo retraso en el proceso judicial, que ya había sido remitido a la Audiencia para ser enjuiciado por un jurado popular. De hecho, la Fiscalía manifestó su intención de solicitar 52 años de cárcel para el asesino confeso, Miguel Carcaño, por un delito de asesinato y dos de violación: la cometida por él mismo y la que realizó el menor de edad, que será enjuiciado en el Juzgado de Menores.

González Fernández reconoce que la tramitación ha sido, «pese a los esfuerzos del juez instructor, prolongada por compleja». Destaca incluso que ha sufrido diversos «avatares» como la recusación por parte de los abogados defensores de los cuatro magistrados de la Sección Primera de la Audiencia, que habían resuelto recursos de la fase de instrucción y por tanto conocían el caso.

El proceso deberá ahora ser devuelto al juzgado de instrucción 4 de Sevilla para que se dicte un nuevo auto de procesamiento siguiendo ya los trámites de un sumario ordinario.

Por su parte, Antonio del Castillo, el padre de la joven sevillana desaparecida y presuntamente asesinada la noche del 24 al 25 de enero del pasado año 2009 en una vivienda de la barriada de León XIII, anunció ayer que recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) la decisión adoptada por el magistrado designado para presidir el juicio con jurado, Javier González, en cuanto a que el caso sea visto por un tribunal profesional y no por un jurado popular.

En declaraciones a Europa Press, Antonio del Castillo lamentó la decisión del magistrado y ha reafirmado que la intención de la familia de la joven es que sea un jurado quien enjuicie a los cuatro acusados mayores de edad -Miguel Carcaño, su hermano Francisco Javier Delgado, Samuel Benítez y María García-, añadiendo que recurrirán al TSJA «y a las instancias que hagan falta» para defender su posicionamiento.

«No entiendo cómo a estas alturas del procedimiento se puede decidir que el caso vaya por un tribunal profesional», dijo Del Castillo, quien añadió: «Respeto a los jueces, pero esta decisión no termino de entenderla. Vamos a recurrir al TSJA y llegaremos a donde haga falta».