Jerez

Este año no habrá compuertas para el riego

Las continuas lluvias han propiciado que los agricultores cuenten con el 100% del agua disponible

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Las continuas riadas sufridas en uno de los inviernos más lluviosos que se recuerdan no sólo han traído problemas a los habitantes de la zona rural en materia de infraestructuras, sino también un beneficio inequívoco para la salud de los campos. El hecho de que los pantanos estén llenos a rebosar ha influido en que la Junta de Andalucía, sin que sirva de precedente, haya abierto las compuertas de par en par para los regantes, que cuentan desde el mes de mayo con el 100% del agua disponible.

Los riegos, por tanto, se realizarán sin restricciones después de años en los que los agricultores han tenido que utilizar con cuenta gotas los recursos disponibles y administrarse de la mejor manera posible para que la escasez no les pasase factura. En este sentido son tiempos de bonanza, como reconoció a este medio el presidente de la Comunidad de Regantes del Guadalcacín, Pablo Ruiz Carmona, que mostró su contento augurando una campaña «muy buena» a la que ha contribuido la Agencia Andaluza del Agua con la limpieza de los canales.

Así, los trabajadores del campo ya están regando tomates, cultivos de maíz y algodón, y recogiendo patatas, trigo y hortalizas, que ya pronto se incluirán en la campaña. Sin embargo, como suele pasar en estos casos y nunca mejor dicho, no llueve a gusto de todos y existen algunas circunstancias que enturbian los buenos resultados previstos.

Como explicó Ruiz Carmona y poniendo por delante su magnífica relación con la directiva de la Agencia, hace unos meses se produjo el hundimiento de un canal situado debajo de la Peña de Arcos que impide el acceso a los pantanos de Zahara y Bornos. Ello requería una reparación urgente de cara a la campaña de regadío, pero a pesar de que se destinó una cierta partida presupuestaria a estas obras, no se han terminado de llevar a cabo.

La consecuencia directa de ello es que toda el agua ha tenido que ser tomada del pantano del Guadalcacín, con el inconveniente de que en breve nada menos que 70 hectómetros de los pantanos afectados tendrán que ser desviados al mar, puesto que la ley les permite una capacidad máxima de alrededor del 70% y con las lluvias caídas se encuentran prácticamente al 100%.

«Si hubiera estado arreglado el túnel –argumenta el presidente de los regantes– podríamos haber cogido agua de esa parte y no hubiéramos tenido que tirar nada. Nos duele hacer eso, porque la verdad es que el invierno ha sido muy duro, pero la Junta no ha actuado con rapidez, son obras de interés general y tenían que haber obrado con mayor diligencia».

Costes elevados

Otra cuestión que resaltó como «negativa» es el «grandísimo coste» de energía que ha conllevado para los agricultores la modernización del riego. Como se recordará, antes de ello se utilizaban unas gomas instaladas en los canales por las que corría el agua con el inconveniente de que se arrastraba el abono y ello contaminaba el líquido elemento.

Ahora, el agua va a parar a balsas donde hay filtros que la limpian y el trabajador puede acceder a ella sin necesidad de pedirla, lo que además elimina el arrastre de abono y la contaminación es cero. Pero ello, claro está, genera unos gastos de producción a los que muchos agricultores, como insiste Ruiz Carmona, no pueden hacer frente. La solución, para compensarlo, pasa según él por que se repartan de forma más equitativa los beneficios de la venta de los productos del campo y con ello puedan pagar el coste de la producción, porque si no «a duras penas se puede seguir adelante».