PAN Y CIRCO

INCÓMODA Y DESORDENADA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primero de los tres amistosos lo resolvió Llorente con un cabezazo en el descuento (3-2), curioso desenlace para un partido mediocre, donde la campeona de Europa casi nunca pudo con Arabia Saudí, 66ª clasificada en el ranking FIFA, apartada del Mundial por las dos Coreas. Sobre el césped del Nuevo Tivoli se vio a una España sombría, deslucida y alejada de su mejor versión. El cansancio acumulado durante toda la temporada pareció hacer mella en los de Vicente del Bosque, que no combinaron con la frescura y agilidad a la que tienen acostumbrado al mundo del fútbol. La calidad del combinado nacional, patente en todas sus líneas, tuvo un error al poco de comenzar el partido. Casillas, el mejor escribano del mundo bajo los palos, cometió uno de los pocos borrones que se le recuerdan desde aquel debut en Suecia y falló a la salida de un córner. Hawsawi lo aprovechó y a España le tocó afrontar el partido con desventaja, algo poco habitual. Se sucedieron los pases imprecisos, los malentendidos, los desplazamientos excesivamente tocados o demasiado flojos y los desmarques a destiempo. No bastaba con la voluntad de Iniesta -feliz la reaparición la suya, pese a todo-, ni con los ramalazos de Silva. Faltaba fluidez, incluso tras el 1-1, fruto de un afortunado cabezazo de Villa. Unos corrían y sudaban, los otros simplemente se dejaban llevar. La selección española estuvo incómoda y desordenada, no se encontraron los jugadores en el terreno de juego. No había magia, no había llegado la conexión entre los futbolistas. Una primera media hora muy espesa. Tras el gol de Xabi Alonso, el partido tuvo nuevo color, pero sin llegar a recordarnos a la campeona de Europa. Y es que España, presa de la galbana, como admitió después Vicente del Bosque, tiene mucho margen de mejora. Eso es impepinable.