Abierta la puerta a una coalición conservadora

El Partido Socialdemócrata (CSSD) de Jiri Paroubek se situó ayer como la fuerza más votada en las quintas elecciones legislativas de Chequia desde el restablecimiento de la democracia, en 1989. Los socialdemócratas consiguieron el 22,1% de los sufragios, unos ocho puntos menos de lo que anunciaban las encuestas preelectorales. El centroderecha (Partido de los Demócratas Cívicos, ODS) de Petr Necas alcanzó la segunda posición con el 20,1% de los votos. Así las cosas, en una situación que roza el empate técnico entre los dos principales partidos, es improbable que los socialdemócratas puedan gobernar solos.

Una alianza con el KSCM les daría una mayoría confortable en el Parlamento, pero el presidente del país, el euroescéptico Václav Klaus, advirtió que no aceptaría nombrar un gobierno que cuente con el apoyo de los comunistas. Ante la imposibilidad de alcanzar un pacto de poder, Jiri Paroubek dimitió como jefe del CSSD. La situación postelectoral es compleja, porque aunque los socialdemócratas han conseguido ser el partido más votado, el centroderecha totaliza más votos que la izquierda.