El baile de las cajas se acelera

Otra vez compuesta y sin novio. Unicaja, la entidad malagueña con baja morosidad y elevada solvencia, ha estado detrás, por sugerencia del Banco de España, de las fracasadas operaciones de rescate de dos colegas en dificultades. Primero acudió al salvamento de Caja Castilla-La Mancha, un proceso del que se salió por propia voluntad, a la vista de su elevado coste, y después al de la cordobesa Cajasur, que ha rechazado en última instancia la operación de integración. Unicaja va a sumar sin dificultades a Caja Jaén, y tras las dos experiencias frustradas, parece libre de buscar su propio camino para seguir ganando dimensión. Es probable que su presidente, Braulio Medel, ya tenga en mente la próxima iniciativa.

Mientras tanto, el horizonte del 30 de junio es la fecha tope para acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en demanda de apoyo, aunque podrá prolongarse hasta después del verano para cerrar los flecos pendientes. El baile de las cajas se acelera. De las 45 entidades que ahora existen quedarán 20, vaticinó el ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, que ha estudiado el sector mientras disputaba la presidencia de Caja Madrid. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, que viene clamando por la integración sectorial desde hace dos años, ha intensificado la presión: las fusiones son una necesidad, y se producirán por las buenas o por las malas.

Dos hitos han marcado el proceso. El 26 de junio de 2009 se creó por decreto del FROB, que, por razones difíciles de explicar, no fue aprobado por Bruselas hasta el pasado enero. Las autoridades de las dos partes se echaron en cara mutuamente el retraso. El acelerón data de las últimas semanas y recibió un impulso en el acuerdo que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, alcanzaron para sacar adelante las dos fases de la reestructuración de las cajas. La primera, los procesos de integración bajo el paraguas del FROB y la segunda, la reforma de la ley de Órganos Rectores que debe despolitizar la gestión e introducir los instrumentos para allegar capital.

Las catalanas, pioneras

Entre las diez cajas catalanas han cuajado dos procesos. Al margen queda La Caixa, que convenció a la autoridad monetaria de su proyecto independiente, con el foco puesto en la internacionalización. Penedés y Laietana buscan encaje, y Girona se ha descolgado ya en dos ocasiones de diferentes planes en marcha. Una de las fusiones la protagonizan Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona, que han pedido 1.260 millones de euros al FROB y prevén constituir en julio la cuarta entidad de ahorro española con 81.000 millones de activos, 1.215 oficinas y 7.600 empleados. La otra, Unnim, la integran Sabadell, Terrassa y Manlleu, ha solicitado 380 millones y se quedar con 610 sucursales y 2.900 empleados.

Caja Sol y Guadalajara, interterritorial

El 8 de junio se aprobará la primera fusión interterritorial entre Caja Sol y Caja Guadalajara en un proceso sin incidencias. La entidad contará con 34.000 millones de euros en activos, 900 sucursales y 5.200 empleados, y no piensa pedir al FROB un solo euro de ayudas.

La primera 'fusión fría'

Caja Navarra, la Insular de Canarias y Caja Burgos ya han culminado los planes del primer Sistema Institucional de Protección o SIP, también conocido como una 'fusión fría'. Es un modelo que permite la continuidad de las marcas y el arraigo de cada entidad con su territorio, al tiempo que las cuentas se consolidan y se alcanza la dimensión necesaria para reforzar la solvencia y se mejora el acceso al mercado de capitales. Banca Cívica, que así se denomina el proyecto común, ya tiene puesto el foco en la expansión en EE UU. Pero el Gobierno les ha exigido mantener el vínculo durante un largo plazo.

Contra viento y marea

De otros dos procesos en marcha, la integración de Caja Duero y Caja España y de Caixa Galicia y CaixaNova, se puede decir que han luchado contra todos los elementos. En el caso de las dos entidades gallegas, que pueden llegar a constituir la cuarta caja de ahorros con 78.000 millones de activos y 48.000 millones de depósitos, la demanda de ayudas al FROB asciende a 1.162 millones. Las entidades castellanoleonesas, por su parte, se aprestan a formar una institución con 50.000 millones de euros de activos, con 6.000 empleados y 1.117 oficinas, con la intención de que pueda constituir una sola entidad jurídica a mediados de julio.