Los regantes arrancan la promesa de nuevas elecciones

La Comunidad de Regantes del Guadalcacín convocará elecciones al día siguiente de que se verifiquen las 800 firmas que la organización agraria COAG ha presentado contra la gestión del presidente de la actual junta de gobierno, Pablo Ruiz Carmona. Es el compromiso que los agricultores del riego consiguieron arrancarle ayer al presidente del colectivo, Rafael Núñez, después de una maratoniana jornada que comenzó a las diez de la mañana con la tractorada. Fue a las ocho de la tarde cuando el responsable se reunió con la dirección de la COAG y pocos minutos después se conocía el acuerdo.

Alrededor de 140 vehículos (entre tractores y coches particulares) y más de 300 personas (según la Policía Nacional) emprendieron una marcha a la que se fueron sumando más manifestantes durante el recorrido hasta llegar al medio millar. Ya frente al edificio de la Comunidad de Regantes en el Parque Tecnológico Agroalimentario, los participantes aparcaron sus tractores y leyeron un manifiesto por la «nefasta gestión» de la actual junta directiva respecto a las obras del plan de modernización del riego.

El secretario general de COAG, Miguel López, destacó ayer que convertir los 39 millones en 100 es hipotecar nuestras explotaciones». Para el responsable, que propuso a los manifestantes acampar frente al edificio de la comunidad hasta que fueran recibidos -como finalmente se hizo-, insistió en que «no es asumible que se suba más de un 100%». Apuntó, al igual que el secretario a nivel provincial, Miguel Pérez, la necesidad de hacer una auditoría económica y de la obra.

El sentir mayoritario de los presentes lo verbalizó Manuel Martínez, con tierras en La Barca: «No me fío, me parece que el canon ha subido demasiado», dijo este agricultor que cultiva algodón y panizo. Anselmo Gilabert, con una parcela propia y varias arrendadas, aseguró ayer que el incremento del coste del proyecto lo llevaría «a la ruina total. Siempre apoyé la modernización del riego pero nos dijeron que costaba 50.000 pesetas y ahora son 100.000».

«Todos éramos conscientes de que la modernización nos costaría dinero pero hablábamos de 47 millones de euros», continuó explicando por su parte, Jacinto Carrasco, también agricultor. «Ahora son 64 millones más los 30 que pide Sacyr por el retraso de la obra y las 3.500 modificaciones que se han hecho del proyecto», continuó. El agricultor había hecho los deberes y sabía cuánto incremento suponía para cada hectárea: «Nos han echado una deuda de 12.000 a 15.000 euros por cada hectárea a pagar en 50 años pero yo no quiero dejarle eso a mi hijo».

El proceso de verificación de las firmas empezará mañana y se prolongará unos días. Después se celebrará la asamblea y la convocatoria pertinente de elecciones.