Zapatero, junto a los presidentes de Chile, de la UE,y de la Comisión Europea, en la rueda de prensa que ayer ofrecieron tras la Cumbre :: EFE
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París amenaza la cumbre con América

La UE desencalla las conversaciones para un acuerdo con MercosurZapatero defiende que «ante cualquier tentación proteccionista la mejor respuesta contra la crisis es la apertura comercial»

MADRID. Actualizado: Guardar
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España se salvó del fracaso. Habrá conversaciones entre la UE y Mercosur, acuerdo de integración comercial que agrupa a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, para impulsar el 'desarme' arancelario. Ese era el gran objetivo de la Presidencia española en la cumbre que este lunes se celebró en Madrid y lo logró. «Seamos claros -avisó aún así el presidente de la Unión Europea- hoy estamos iniciando una negociación que sólo podrá concluir si está bien hecha».

Desatascar un convenio bloqueado desde hacía casi seis años no será tarea fácil. Este acuerdo de libre comercio cuenta con las reticencias de varios países, como bien pudo comprobar en Bruselas la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, en el encuentro que celebró con sus homólogos en Bruselas. Casi a la misma hora que José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de la Comisión Europea, José Durao Barroso, y el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, se reunían con la argentina Cristina Fernández de Kirscher, el brasileño Luiz Inacio 'Lula' da Silva, el vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, y el presidente paraguayo, Fernando Lugo, 16 países europeos mostraban sus recelos al documento que estaban a punto de firmar.

A la cabeza de los desafectos, y ese es el principal problema, no está un país cualquiera sino Francia. Nicolas Sarkozy está sometido a una fuerte presión interna. Las organizaciones agrarias de su país exigen que se oponga a un convenio que, según aseguran, pondría en jaque a la agricultura europea, incapaz de sobrevivir a la competencia de la carne argentina y uruguaya, el pollo y las verduras brasileñas. Los franceses alegan que la UE importa ya 19.000 millones de euros en productos agrícolas de Mercosur, mientras que no exporta ni 1.000 millones.

El presidente galo, en todo caso, no estuvo ayer presente en la cita de Madrid. Hoy sí participará en la cumbre UE-América Latina y también asistió en el Palacio Real a la cena que ofrecieron anoche los Príncipes de Asturias a los invitados a la cita, pero los encuentros celebrados ayer en la cumbre eran exclusivamente para la 'troika' (Comisión, Presidencia y Presidencia de turno). Y Barroso es tan defensor del acuerdo como el propio Zapatero.

España y la Comisión aseguran que levantar los aranceles al 95% de los productos reportaría un beneficio de 5.000 millones de euros para ambas partes. Además, recuerdan que Europa es el segundo socio comercial de la región y el primero en inversiones. Pero, alertan, los países emergentes y especialmente China van tomando posiciones en una zona de Sudamérica que alcanza los 700 millones de consumidores.

Apertura comercial

Zapatero se hizo de nuevas al ser inquirido sobre los escollos que puedan poner en adelante no sólo Francia, sino también Irlanda, Grecia o Rumanía y lo fió todo al trabajo de la Comisión. Pero en todo caso hizo una consideración general: «Frente a cualquier tentación proteccionista -dijo- la mejor respuesta contra la crisis es la apertura comercial».

El documento político firmado en Madrid establece principios de julio como fecha de arranque de las negociaciones. Barroso se mostró realista. «Este pacto requiere esfuerzos de ambas partes» y en el caso de los países sudamericanos será necesario acometer la liberalización del sector servicios y revisar los impuestos a las importaciones.