El Rosario de los Montañeses brilla en su salida extraordinaria

La Archicofradía del Rosario de los Montañeses sacó ayer a la calle a su imagen titular, la Virgen del Rosario, para conmemorar los 150 años de la Fiesta de la Rosa, una costumbre muy arraigada en nuestra ciudad y una forma más de las hermandades y cofradías de demostrar el cariño y la devoción que existe a la Virgen. En el caso concreto de la Archicofradía del Rosario, desde hacía años se había trasladado la salida de la imagen gloriosa al mes de octubre para facilitar la asistencia de público a la procesión, y se venía celebrando el besamanos a la Virgen del Rosario a continuación de la Eucaristía solemne.

Para conmemorar la efeméride la hermandad ha recuperado la procesión con todos los elementos que se tenían en cuenta antaño, y la procesión de ayer resultó elegante, rápida y añeja. Tras la Eucaristía, que presidió el prelado de la ciudad, monseñor Mazuelos, se bendijeron las rosas que luego llevarían los devotos en la procesión, que salió cuando el reloj ya había pasado la una de la tarde. Durante el recorrido se pudo comprobar de nuevo la evolución positiva que está viviendo la Banda Municipal de Música de la ciudad, y que ya se pudo anotar en el pregón de la Semana Santa de Antonio Gallardo en el Teatro Villamarta el pasado Domingo de Pasión.

Y también quedó demostrado que Eduardo Biedma es un capataz solvente, de recursos, capaz de sacar con garantías prácticamente cualquier paso de la ciudad, ya que por dimensiones y peso el del Rosario de los Montañeses es un reto que ha ido solucionando año a año el capataz de la hermandad de la Clemencia de San Benito. Una bella procesión que tendrá su continuación el 13 de junio cuando repita en la procesión de Minerva.