La ordenanza para legalizar deja indiferentes a los propietarios

No hubo avalancha. Ni colas. Ni de momento los grandes proyectos que, se aseguraba, estaban atascados, se han hecho realidad.

La entrada en vigor de la ordenanza que marcará el camino para regularizar y dotar de servicios básicos a más de 18 millones de metros cuadrados de suelo en el municipio no ha supuesto ningún cambio relevante, al menos de forma visible aún, en la localidad.

Quince días después del inicio oficial de este proceso que deberá cambiar la fisonomía de Chiclana, los técnicos de Urbanismo siguen trabajando, pero los resultados se hacen esperar. Los datos que ya se conocían se confirman, pero con matices. En siete de las nueve áreas de Gestión Básica ha habido un interés masivo por la regularización, pero ese interés es sólo informativo, y pocos ciudadanos han dado ya el paso definitivo para iniciar su expediente; desde el Ayuntamiento no se han ofrecido todavía datos globales. Y es que la mayoría de afectados, según la oposición, «pasan olímpicamente del proceso», máxime en época de crisis. Cabe recordar que para comenzar a ser legales deben realizar un primer pago de entre 1.500 y 4.000 euros, según el tamaño de parcela. Desde Urbanismo se asegura que varios proyectos se encontraban «a la espera de la puesta en marcha de la ordenanza»; entre ellos se citan la ampliación comercial de Eroski y un par de hoteles de tamaño medio. Pero no se sabe nada más de estos negocios.

Quien sí ha hablado ha sido la Plataforma de Afectados por la Regularización, que anuncia un recurso contencioso contra la ordenanza. Ellos insisten en que el Ayuntamiento «sólo quiere recaudar», y recuerdan que los costes planteados son completamente «inasumibles» por una familia media. Este hecho, a su juicio, complicará muy mucho un proceso destinado a ordenar la ciudad pero que ha nacido con polémica.