LOS CHARLATANES

Una vez finalizada la posguerra, aparece la figura del charlatán. Estos personajes se dedicaban a la venta por todo el país de artículos que adquirían a buen precio en fábricas o mayoristas, y lo hacían en las ciudades o pueblos procurando siempre instalarse con su mesa y maletas en los lugares más populares cerca de los mercados de abastos. Los artículos que vendían eran de lo más variopinto. Lo mismo llevaban perfumes, otros cuchillas y maquinillas de afeitar. El inicio comercial de estos hombres eran anunciar sin enseñar lo que llevaban procurando reunir a curiosos y posibles compradores. Una vez reunido una cantidad de público, empezaban a hacer el artículo pero sin comunicar los precios. Esto era lo último que hacía. Empezaba diciendo que el precio no iba ser ni 100, ni 75, ni 50, ni 25. El precio será de 15 pesetas. Pero el que compre uno se regalará otro. Lo que siempre decían que el artículo que ellos llevaban no lo encontraría en ningún comercio de la ciudad ya que eran comprados directamente y en exclusiva para la organización que representaba. En favor de estos hombres hay que recordar que eran personas muy educadas y con una gran mundología. Una gran mayoría eran naturales del Levante. Otros llegaban acompañados de alguna señora que le servía para ir entregando y cobrando los artículos vendidos. Desde luego donde más aceptación tenían estos vendedores era en los pueblos donde ya contaban con clientes fijos y amigos.