El color reina desde el primer día

Color, alegría y muchas ganas de olvidarse de los problemas. La que se perfila como la Feria del Caballo que más puede sufrir los efectos de la crisis arrancó a mediodía de ayer con absoluta plenitud, como no se había visto en los últimos años. Parece que el duro invierno que acaba de terminar –tanto en lo económico como en lo climatológico– ha sido clave para que los jerezanos tomen la fiesta con ganas desde el primer día y se hayan echado al Real para disfrutar de cada minuto, a pesar de que muchos no puedan tirar demasiado del bolsillo.

Aunque aún falta un día para que las mujeres tomen masivamente el González Hontoria en su tradicional miércoles de Feria, la jornada del lunes lució más de lo habitual porque los volantes y las flores en el pelo se hicieron mayoritarios. A las tres de la tarde, los grupos de féminas entraban ya en el Real con las sevillanas en la garganta, las palmas y los pies. Animación no les faltaba.

Así iban ayer Carmen Vázquez y sus alumnas del original taller que imparte durante el resto del año: terapia a través de la danza. Más de una treintena de mujeres demostraron ayer que las lecciones de Carmen sobre las castañuelas han dado sus frutos. «Cada martes y jueves tenemos clase en el centro de la mayores de Las Angustias y en la zona sur. Hemos venido juntas a la Feria hoy porque era el único día que podíamos todas», dijo la profesora. Ellas no dudaron ayer, como otras muchas, en lucir sus mejores galas flamencas y animar el Real con sus sevillanas a pesar de que aún era lunes. Eso sí, alguna se guardó el traje de estreno de este año para mañana miércoles.

«Más o menos, ya saben todas tocar bien las castañuelas», reconoció Carmen mientras que sus discípulas se coordinaban para improvisar una demostración. Esta es, precisamente, una de las mejores bazas de la Feria del Caballo y los jerezanos saben aprovecharla bien: hay muchos momentos para disfrutar con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo o con los vecinos; lo importante para una buena compañía son las ganas de pasarlo bien.

Igual de poco habitual que la de las mujeres fue la presencia ayer en el Real de numerosos enganches –para ser lunes– con los que se dio por inaugurado el Paseo de Caballos. Como es norma en la Feria de Jerez, jinetes y animales desfilaron perfectamente ataviados. Los que recorrieron ayer los principales paseos del González Hontoria fueron el presagio de los días grandes que están por llegar.

Para todas las edades

Los primeros días de Feria son los más propensos para las celebraciones de empresas y colectivos. Curiosa era la escena en la Peña Los Cien, donde una veintena de personas mayores –la de más edad, tenía 94 años– disfrutaron de los langostinos, los pimientos fritos y, por supuesto, del vino fino. «Están encantados de que les traigamos a comer a la Feria», aseguró ayer el animador de la residencia de Montealto, Lucas Lahera. Pero no es el único festejo que organizan en esta residencia para sus inquilinos, ya que a lo largo de esta semana también les preparan en sus instalaciones la actuación de un coro rociero con gastronomía típica de estas fechas.

Los mayores de la zona rural disfrutaron también ayer de su tradicional almuerzo en la caseta municipal, invitados por el Ayuntamiento. Más de 700 personas acudieron a la convocatoria que incluyó, además de la comida, un baile amenizado por la orquesta Zambra que se prolongó hasta la tarde. Además, la climatología acompañó a los feriantes con un día suficientemente soleado pero no caluroso gracias a la fresca brisa de poniente.

Dada la amplia participación que registra esta actividad cada año, los mayores tuvieron que distribuirse en varias casetas, además de la municipal: Entre olivos, CGT , El Mojo y la Alegría de Jerez. La delegación de Bienestar Social dispuso un amplio dispositivo de movilidad gracias al que recogió y llevó en autobuses a los mayores desde sus barriadas y pedanías hasta el Real y viceversa.

Gracias al acuerdo del Consejo Local de las Personas Mayores, la caseta municipal mantiene una rebaja en los precios por lo que el menú pasa de los 8 euros a los 7,50, como el año pasado. El resto de los productos tienen precios tan populares como la media de fino a 4 euros y los montaditos entre 1,50 y 2,50 euros.

Además de numerosas empresas privadas, otros colectivos celebraron sus respectivos almuerzos de convivencia ferial como hicieron los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. A la primera de las citas asistieron representantes del gobierno municipal como la propia alcaldesa, Pilar Sánchez, la delegada de Participación y Solidaridad, Miriam Alconchel, y la titular de Seguridad, María del Carmen Martínez. Tampoco se perdieron la oportunidad la portavoz del Partido Popular, María José García-Pelayo, y sus concejales Felisa Rosado, José Galvín, Lidia Menacho e Isabel Paredes, entre otros.

Para rematar un lunes de Feria más animado de lo acostumbrado, la populosa calle del Infierno completó la oferta con los descuentos en las atracciones ya que el día de los cacharritos se ha pasado este año al lunes. Como era de esperar, fue a partir de primeras horas de la tarde cuando el recinto ferial registró más afluencia de público infantil ya que, por las mañanas, el colegio manda.