Opinion

A mi madre

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Los más escépticos o perezosos de sentimientos dicen que es un día inventado por la sociedad consumista. Si estas trazas sirven para agradecer la entrega de una madre. Para despertar en nosotros recuerdos, vivencias de aquella casa en la que ella era el alma y toda la vida doy, por adelantado, la bienvenida al primer domingo de mayo. En todos los países del mundo, la mayoría a lo largo de mayo, conmemoran el día de sus madres. Y así será también para mis hijos, los que sin duda, me harán sentir ese día como algo especial. Ya en la antigua Grecia se le rendía pleitesía a la diosa Rea, madre de Zeus y Poseidón. Los romanos la denominaban La Hilaria y lo celebraban con ceremonias a la gran diosa Cibeles. Más tarde con los primeros cristianos, la conmemoración se hacía en honor a la Virgen María.

A mi madre pues, le dedico estas páginas sin alharacas, de forma sencilla. Como es ella, de una elegancia natural. Trabajaba en casa una chica, que cuando venía mi madre a pasar unos día a Jerez, siempre me decía: «¡qué prestancia tiene su madre!. Prestancia dícese de la persona que posee donaire, distinción.Pues con ese gusto vive todavía al lado de mi padre, siempre juntos. Y cerca sus hijos e hijas. Aquí le doy la razón a Bibiana, pues si escribo solo hijos, parece que no tuviera hermanas. La felicitaré temprano y le diré que es la mejor madre del mundo. Ella sonriendo con la voz dirá: «¡ay!, qué más quisiera yo hija». Pues sí, lo has querido y te salió bien. Los 7 hermanos lo firmamos donde haya que legalizarlo. Mi madre estudió Magisterio, siendo la pionera del pueblo y una de las pocas mujeres de provincias que estudiaba una carrera. Luego, cuando la casa se llenó de críos, la escuela la tenía en casa. Nos preparaba para el ingreso en el Instituto, antiguamente era sí. Nos explicaba matemáticas, lengua. Después de un día duro, se quedaba hasta tarde ayudándonos con los difíciles -entonces lo eran- dibujos técnicos del bachillerato. Nunca un mal gesto o una voz más alta que otra. Siempre solícita. La nueva generación de la familia, 15 nietos, lo garantizan con respeto y cariño a su abuela. El domingo estará al sol del campo, con sus paseos por esos caminos que tantos recuerdos nos traen. Aún tengo a mi lado estorbando el paso a Pipa, la perra Pastor alemán por quien tanto lloramos cuando murió. Sentía que abríamos la verja y cansino el paso nos seguía. Cuánto nos gustan esas caminatas por los caminos de cepas y almendros, subiendo hasta la cima. Este verano y ya van más de 30 años, espérame de nuevo. Temprano cogeremos el camino que nos dejará conversaciones a la sombra de una encina y te haré confesiones (algunas solo tú las sabes) por esos senderos. Luego el desayuno en el porche, y la sobremesa perezosa que nos recuerda el trajín del día.

Son muchas las vivencias, algunas se han vivido con temor. Pero pasaron y le doy gracias a Dios cada día porque estéis con nosotros (y aquí aprovecho para colar a mi querido padre).

Hoy les pido disculpas por personalizar El Apunte, pero se lo debo a Ella. Además, ¿no hacen lo propio en las Galas de los Goya y los Oscar?. Todos los premiados se lo dedican, entre sollozos, a sus madres. Como no espero recoger premio alguno. Aprovecho este minuto de gloria para decirte, mamá, que mi premio.eres TÚ.