El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. :: REUTERS
ESPAÑA

Garzón recusa a Varela

Pide el cambio de juez porque ayudó de forma «privilegiada y decisiva» a Manos Limpias a rehacer su escrito para poder salvar el juicio Cree que «ha tomado partido» por las acusaciones para llevarle al banquillo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Baltasar Garzón pasa a la ofensiva. Recusó el viernes por la noche a Luciano Valera, el magistrado del Tribunal Supremo que entiende que existen indicios para sentarle en el banquillo por haber investigado los crímenes del franquismo, y pidió a la Sala de lo Penal del alto tribunal que le retire de la causa y nombre a otro instructor que vuelva a tramitar el caso desde el principio.

Garzón considera probado que Varela se ha inhabilitado a sí mismo al romper la obligada neutralidad del instructor y «tomar partido» en favor de las organizaciones que ejercen la acusación popular -hasta el viernes, Manos Limpias y Falange Española-, a las que habría proporcionado una colaboración «privilegiada y decisiva» para salvar sus escritos de acusación, cargados de graves errores que los invalidaban, y así poder sentarle en el banquillo acusado de prevaricación.

El documento señala que el instructor queda inhabilitado porque «ha manifestado interés indirecto y parcialidad en el pleito», algo que prohíbe explícitamente la ley del Poder Judicial, y porque ha vulnerado dos artículos de la Constitución Española, el que estable el derecho a un proceso con todas las garantías y el que invoca el derecho a un juez imparcial.

Valera requirió el miércoles pasado a ambas organizaciones para que en un plazo máximo de 24 horas rehiciesen sus escritos de acusación contra Garzón y subsanasen los múltiples errores que contenían porque, en su formulación inicial, estaban plagados de vicios -valoraciones ideológicas, proliferación de hechos ajenos al proceso, ataques personales al imputado, falta de claridad en las argumentaciones, etcétera- que los invalidaban. El instructor aceptó el viernes el escrito de Manos Limpias -que se convirtió desde entonces en la única acusación- al tener por subsanados los errores iniciales y excluyó de la causa a Falange por no entregar el documento en el plazo fijado.

El juez de la Audiencia Nacional, con la recusación, trata de acorralar a Varela y abre una segunda vía para provocar el archivo de la causa, después de que el mismo viernes reclamase, también a la Sala de lo Penal del Supremo, que declare la nulidad de todos los escritos de acusación: los primeros por no ser válidos en un proceso y los segundos por ser fruto de una actuación «parcial» de Varela que «no se encuentra amparada en ningún precepto de la normativa procesal vigente y que es manifiestamente ajena a las normas esenciales del procedimiento».

Si Garzón obtiene el amparo de la Sala de lo Penal en esta reclamación, el Supremo debería archivar la causa contra él por falta de acusación, ya que la otra parte, la Fiscalía, se negó a llevarle al banquillo porque cree que no cometió delito alguno.

De hecho, el escrito de recusación del imputado, que pese a todo muestra su «satisfacción» por la exclusión de Falange, asegura que justamente eso es lo que tenía que haber hecho Varela ante las deficiencias de los escritos de las acusaciones particulares: «Denegar la apertura de juicio oral, por no haber acusación válida, y no dar segundas oportunidades a estas acusaciones en contra del reo».

En la calle

Garzón sostiene que la propuesta de «expurgación» de los escritos de las partes realizada el miércoles por Varela es «insólita» porque «reorienta» su contenido para hacerlos «más eficaces» a la hora de sostener una acusación, les «muestra el camino» y dice «lo que tienen que decir o no decir», y, en el caso concreto de Manos Limpias, «la intervención llega al extremo de indicarle qué páginas concretas debe excluir», nada menos que 50 de las 74 que tenía. El juez cree que el instructor le ha causado un «perjuicio irreparable», al sostener con sus consejos al único querellante que puede llevarle al banquillo y hacer «lo que corresponde a la responsabilidad misma de la dirección letrada».

Mientras tanto, decenas de miles de personas participaron ayer en las movilizaciones «contra la impunidad del franquismo» o, dicho de otro modo, en las manifestaciones en defensa del juez Garzón. Las marchas recorrieron más de una veintena de ciudades españolas, aunque la más numerosa tuvo lugar en Madrid. Participaron a título personal el socialista Pedro Zerolo o el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, el cineasta Pedro Almodóvar, la escritora Almudena Grandes o el hispanista Ian Gibson.