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Disidentes del IRA se hacen notar en la campaña con un coche bomba en Ulster

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Los líderes políticos de Irlanda del Norte condenaron ayer el atentado con coche bomba registrado la noche del jueves en una localidad del condado fronterizo de Armagh, que causó varios heridos entre la población y destrozos en sus viviendas y comercios. El ataque se atribuye a disidentes republicanos contrarios al proceso de paz y activos en la zona en el último año. Las fuerzas de seguridad alertaron días atrás que los grupúsculos de renegados del Ejército Republicano Irlandés (IRA) representan una amenaza extremadamente seria en la región.

El ministro principal de Ulster, el unionista Peter Robinson, describió el atentado como un acto «cobarde y malvado». Martin McGuinness, 'número dos' del autogobierno de Belfast y de la formación republicana Sinn Fein, reiteró que estos grupúsculos escindidos del IRA nada tienen que ofrecer al pueblo irlandés salvo «privación, división y dolor». La principal formación republicana condena todos los actos violentos de sus antiguos compañeros de armas desde que comparte gobierno con sus antiguos rivales políticos del Partido Unionista Democrático (DUP, en sus siglas en inglés).

Dos heridos

El atentado se produjo cerca de la medianoche del jueves, tras recibirse una llamada de aviso en un hospital de Belfast. Los autores habían aparcado un vehículo cargado de explosivos frente a una comisaría de Newtownhamilton, que estalló antes de la llegada de las fuerzas de seguridad. Dos personas fueron hospitalizadas con heridas de metralla. Muchas otras se salvaron gracias a la actuación de los bomberos que ayudaron a los vecinos del área a desalojar sus viviendas.

«Este ataque estaba dirigido a matar agentes de policía y fue necesario tomar las medidas apropiadas», dijo el responsable de la zona del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSIN), el inspector jefe Sam Cordner, tras agradecer la diligencia de los bomberos.

La Policía norirlandesa y el Ejército británico están en el punto de mira de los disidentes. La semana pasada se desactivó un coche bomba en una comisaría de la misma localidad, coincidiendo con el traspaso de las competencias en Justicia e Interior al autogobierno. El nuevo vicesecretario de Justicia, David Ford, condenó el atentado que, según dijo, «no sólo es un ataque contra la gente de Newtownhamilton, sino contra el más amplio proceso político».

Ford se unió al sentimiento de los líderes políticos de ambas comunidades, unionista y republicana, al señalar: «Los que colocaron la bomba quieren arrastrar a Irlanda del Norte de vuelta a los días oscuros de asesinatos y mutilaciones, quieren socavar el proceso políticos. Quieren que la política fracase».