Intervienen más de 11.000 artículos de contrabando en la redada de los bazares chinos

En la nave de la empresa Bao Shi, en el polígono de Tres Caminos, las estanterías se elevan varios metros de altura, atestadas de cajas, envases, camisetas y un sinfín de artículos que se apilan de manera más o menos ordenadas en largas galerías paralelas. De un primer vistazo, los pasillos parecen interminables, sin embargo, a comienzos de esta semana una docena de agentes de la Guardia Civiles los recorrieron, revisando palmo a palmo cada caja y cada estante, dentro de la 'operación Oriente', que ha desmantelado en la Bahía una red de contrabando de artículos falsos y prohibidos, procedentes de China.

Como adelantó ayer LA VOZ, la operación concluyó el lunes con la detención de ocho personas de origen chino y el precinto de la nave de Tres Caminos, después de una semana de intervenciones y registros en otros nueve establecimientos de venta al público, repartidos por Cádiz capital, San Fernando y Chiclana. El volumen de artículos de contrabando que han aparecido ha sido tan grande, que los agentes tuvieron que invertir jornadas de más de doce horas en el registro de cada local.

Ayer, la Guardia Civil ponía cifras a un decomiso que parecía incalculable: entre los diez locales registrados, se han intervenido más de 11.000 productos de contrabando y falsos (por un valor de unos 27.000 euros) y se han instruido 483 expedientes por delitos de contrabando, fraude fiscal e infracciones en el etiquetado.

De juguetes a cuchillos

Los agentes hallaron de todo: desde animales de juguete -como patitos de goma- que eran peligrosos para los niños, porque están fabricados con productos tóxicos o incluyen piezas pequeñas; hasta aparatos domésticos, como secadores de pelo, que podrían descerrajar descargas eléctricas a quien los use. Objetos, en definitiva, que se incluyen en la lista Rapex de la Unión Europea, en la que se recogen los productos que deben ser retirados del mercado porque supongan algún riesgo de seguridad para los consumidores.

En los almacenes también se encontraron katanas orientales y cuchillos de cocina de gran tamaño, que según la Guardia Civil incumplían el reglamento de armas blancas. Aparte de una gran cantidad de productos de imitación que plagiaban de manera burda todo tipo de marcas, desde camisetas de fútbol del Barcelona y del Real Madrid hasta artículos inspirados en dibujos animados de la tele y el cine, que al no estar autorizados por los dueños, incumplen las leyes sobre la propiedad intelectual. Prácticamente todo había sido fabricado en China, aunque de casi la mitad de los artículos -un total de 4.598- los detenidos no pudieron acreditar que habían sido importados legalmente.