El desembarco de Linesur se complica

Aunque las negociaciones entre las empresas Cojetusa y Linesur para el traspaso de la concesión del servicio deberían culminar el próximo día 28 de abril, justo antes de la Feria del Caballo, lo cierto es que se trata de algo que va a ser bastante complicado. Las aspiraciones del Ayuntamiento, que ha puesto todas sus esperanzas en el cambio de manos para solucionar los numerosos problemas del transporte urbano, pueden por tanto sufrir un serio revés.

Fuentes solventes vinculadas a la operación aseguraron a LA VOZ que, a día de hoy, no está nada claro que dicha operación vaya a llegar a buen puerto. «Está muy complicado», reconocieron dichas fuentes ante las innumerables dificultades que se están presentando.

El plazo no parece en principio resultar ningún problema, ya que siempre puede alargarse, pero sí los problemas con los que se está encontrando la operación. Algunos de ellas son «el lamentable estado de los autobuses, la amenaza de huelga cada 30 días o la continua pérdida de viajeros». En este sentido, culparon a la nueva red de autobuses diseñada con el Plan de Movilidad, que ha empeorado todavía más las cifras de ocupación.

«Si no se toman decisiones claras y contundentes; si todo el mundo no se pone las pilas, esto no se va a cerrar», aseguraron a este medio las mismas fuentes.

En cualquier caso, afirmaron que si la operación no se llevara finalmente a cabo no se podría achacar a Linesur, que incluso ha hecho efectiva la compra de varios autobuses dentro del compromiso con el Ayuntamiento para renovar la flota de vehículos.

Está claro que la falta de liquidez de las arcas municipales complica aún más la situación, ya que entre otras cosas el Ayuntamiento ya adeuda alrededor de un millón de euros a Linesur.

Hay que recordar además que la venta se está demorando demasiado. De hecho, el último plazo dado, antes del actual, fue el 25 de enero, algo que obviamente no se llegó a cumplir.

Dos entidades bancarias

No obstante, el Ayuntamiento sí se muestra confiado en que ahora, de una vez por todas, se cierre el traspaso desde Cojetusa a Linesur. Según la versión municipal, lo único que quedaría por cerrar sería la financiación, que se está negociando con dos entidades bancarias.

Sin embargo, las fuentes anteriormente mencionadas resaltaron que, además, todavía queda por cumplimentar documentación

Todo el mundo parece tener depositadas sus esperanzas en la venta a Linesur, tras los continuos conflictos en el servicio. Una plantilla desmotivada por los continuos impagos o atrasos en las nóminas y una flota de autobuses que precisa de una renovación urgente son problemas que se arrastran desde hace ya muchos años.

Por cierto que la plantilla de Cojetusa ratificó recientemente su decisión de no convocar huelga para la próxima Feria del Caballo. Eso sí, confiando en que no haya más atrasos en el pago de los salarios.

En el caso de Linesur, que cubre actualmente el servicio de autobuses para pedanías y barriadas rurales, sus empleados también estuvieron a punto de ponerse de huelga recientemente por el mismo motivo. De nuevo, se culpaba al Ayuntamiento por no pagar el corriente a la empresa y adeudarle una cifra cercana al millón de euros.

En cuanto a la deuda con Cojetusa, es bastante mayor y se ha multiplicado en los últimos años, denunciaba hace pocos días el PSA. En cualquier caso, ésta se acerca a los 30 millones de euros. Además, según les trasladó el comité de empresa, el desconocimiento sobre el cambio del titular de la concesión es absoluto. El proceso de compraventa, en definitiva, parece eterno, aunque a partir del próximo día 28, para bien o para mal, escribirá un nuevo capítulo.