Sociedad

El 90% del maltrato a mayores no se denuncia

TOLEDO. Actualizado: Guardar
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Sólo el 10% de los casos de malos tratos sufridos por personas mayores acaba en denuncia y cinco de cada seis casos no serán nunca reconocidos ni denunciados. Un tipo de violencia que va en aumento y que tiene un perfil claro de víctima: mujeres mayores de 75 años, físicamente impedidas y con deterioro psicofísico y funcional. Son algunas conclusiones del XVI Seminario sobre Malos Tratos y Abusos a Personas Mayores organizado este fin de semana en Toledo por la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España. Según los expertos que han intervenido en este congreso, en la mayoría de los casos el maltratador es la persona encargada de cuidar, velar o proteger al anciano. En este sentido, el 55% de los autores de estos malos tratos son hijos, yernos o nueras; un 13% los cónyuges; un 7% los hermanos y el 25% restante otras personas que se encargan del cuidado del mayor.

En cuanto al tipo de maltrato infligido, destacan el físico (lesiones, alimentación forzada, uso inapropiado de fármacos), psicológico (humillaciones, insultos, aislamiento, indiferencia hacia su persona, no hablarles, infantilización), abuso sexual (tocamientos, violaciones, obligarles a realizar fotografías pornográficas), negligencia (no aportar cuidados básicos en la alimentación, higiene personal, medicación, cobijo o vestido), explotación financiera (uso inapropiado de fondos, obligarles a otorgar testamentos) y abandono.

En un 68% de los casos, el maltrato está relacionado con negligencia en el cuidado físico y afectivo. En otro 30% existe maltrato psicológico. En cuanto al sexo del maltratador, para todos los tipos de maltrato es mayoritariamente el masculino (53%), con excepción de la negligencia donde es mayor el número de mujeres.

Según las conclusiones de este congreso, «si ya existen dificultades para denunciar en los casos de malos tratos a mujeres y menores, más obstáculos tienen las personas mayores porque el ámbito donde se producen es más cerrado y privado y en muchas ocasiones resulta muy duro para la persona mayor denunciar a sus hijos de los que, además, suelen depender física, emocional y económicamente».