PAN Y CIRCO

MEDIOCRES

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Me da pena pensar que este equipo no es capaz de hacer lo que otros de la parte de abajo hacen y que nos vendría de perlas. Me refiero a lo que hizo el viernes el Huesca en Alicante ante el Hércules o el Girona hace dos semanas en el mismo campo en el que ayer nos golearon. Y nos vendría de perlas porque serían tres puntos con los que en un principio no contábamos. Eso me hace pensar cada vez más que somos un equipo muy mediocre, y no digo el más mediocre porque tenemos al Castellón. Pero hasta el equipo de Castalia fue capaz de ganar al Hércules en su campo. La mediocridad de este equipo empecé a verla el día del Real Unión de Irún cuando damos por bueno un empate en el Stadium Gal. En verdad no es que me diera cuenta ese día, es que con anterioridad no quería ver la realidad y en ese momento ya no podía negar más la evidencia. Hemos pasado de ser un equipo fijo en Segunda A con apariciones en Primera división, a ser un equipo fijo en Segunda B con apariciones en Segunda A. Somos una sombra de lo que fuimos. Aun así, y pese a ser un equipo muy mediocre, los hay, aunque menos que nosotros, muy malos también y a eso me agarro dentro del pesimismo en el que me encuentro. Estoy ahora mismo como Diego; tristón.

No siempre descienden los cuatro más malos. Y eso tenemos que hacer ahora mismo, buscar a un pardillo que aun siendo mejor que nosotros se coma el marrón de jugar el año que viene fuera del fútbol profesional. ¿Cómo? Ganando todos los partidos de casa y puntuar al menos en los de fuera que sean rivales directos. ¿Cómo se consigue eso? Pues no sé. Entrenando más, dándole minutos a otros jugadores. Aunque por mucho que entrenen a estas alturas de la vida, no hay entrenador en el mundo que sea capaz de conseguir que Enrique tire bien a puerta, o al menos entre los tres palos. Ni que Bogunovic se atreva a tirar y no dársela a otro, o que Erice dé bien un pase a menos de dos metros. Para todo eso 'mastercard'. Y punto.