Hallado bajo su cama el cadáver de una niña mexicana a la que buscaban desde hace 10 días

El 22 de marzo Mariano Gebara y Lisette Farah comenzaron a reclamar el regreso de su hija Paulette, de 4 años, desaparecida. Desde grandes vallas, medios de comunicación y redes sociales pedían ayuda e informes sobre su paradero. Pero la conmoción sacudió a México cuando la pasada madrugada la pequeña apareció asfixiada, envuelta en unas sábanas y oculta entre el colchón y el bastidor de su propia cama. Su madre es señalada como principal sospechosa de su muerte, aunque el padre y las niñeras siguen siendo investigados.

Parecía un secuestro pero nadie pidió rescate. Se tomó declaración a veinticuatro personas, entre padres, niñeras, chóferes, empleados del edificio de lujo donde vivían los Gebara, en Interlomas, un barrio residencial del estado de México muy próximo a la capital. Ante las dudas, la Fiscalía colocó micrófonos en el piso. Así escucharon a Lisette indicar a su otra hija de 7 años lo que debía decir. Según la psicóloga de la Procuraduría Sandra Angulo, la madre presenta trastorno de personalidad y era una «abogada audaz, astuta, fría, sin apego, que ha mentido».

El procurador general de Justicia del estado de México, Alberto Bazbaz, declaró que Paulette murió «de asfixia mecánica por obstrucción de las fosas nasales y compresión toraxicoabdominal». Sin embargo, las pesquisas determinarán cuándo y dónde falleció. Si fue en su habitación o en otro lugar y posteriormente colocaron el cuerpo «entre el colchón y la estructura que lo contiene, cubierta por las sábanas y colchas». Lo cierto es que en la habitación no había olor a cadáver.