El ex presidente del Gobierno balear Jaume Matas (dcha.), junto a su abogado, Rafael Perera, abandonan los juzgados de Palma el pasado 24 de marzo. :: EFE
ESPAÑA

Con fianza en la Justicia

Los tres millones de la caución de Matas darán un beneficio al Tesoro de 90.000 euros al cabo de un añoLa Cuenta de Depósitos, gestionada por Banesto, paga a Hacienda un interés del Euríbor más 1,8 puntos por las consignaciones

MADRID. Actualizado: Guardar
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Seguro que fue más que un pellizco en el bolsillo. Jaume Matas debió de experimentar un vuelco en sus cuentas y fondos cuando se enteró de que tenía que desembolsar tres millones de euros si quería librarse de la cárcel. El ex presidente balear, toda una «divinidad» en un mundo de mortales («hágase»), el 'arquitecto' del velódromo de 110 millones de euros, el líder del palacete señorial, se enfrenta a la fianza más elevada nunca impuesta en España a un político implicado en casos de corrupción. A esa altura se codea solamente con Juan Antonio Roca, ex asesor del Ayuntamiento de Marbella, implicado en el 'caso Malaya', que tuvo que abonar la misma caución para no verse entre rejas en 2008.

Matas ha logrado esta semana el dudoso honor de superar a Jesús Gil, a Arnaldo Otegi o a su ex compañera en el Ejecutivo balear María Antonia Munar en una peculiar clasificación que, incluyendo a imputados por delitos no sólo relacionados con el ejercicio de la política, lidera Mario Conde. Al ex banquero le impusieron en 1997 por el 'caso Argentia Trust' 2.000 millones de pesetas de las de entonces (12 millones de euros).

Sí, el pellizco le tuvo que doler a Matas, pero basta repasar los 147 folios del juez José Castro, encargado de instruir su caso, para entender por qué la cantidad solicitada para el que fue ministro de Aznar resulta tan alta. De acuerdo con las conclusiones del magistrado, el acusado reúne rigurosamente todos los agravantes que la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 531, señala como factores para elevar la suma de las fianzas. «Se tomarán en cuenta la naturaleza del delito, el estado social y antecedentes del procesado y las demás circunstancias que pudieren influir en el mayor o menor interés de éste para ponerse fuera del alcance la Autoridad judicial», reza la norma.

Según Castro, el ex presidente balear incurrió en falsedad documental, prevaricación, fraude a la Administración, malversación de caudales públicos, blanqueo de dinero y delito electoral. Por si fuera poco, el riesgo de que huya de la Justicia tampoco es desdeñable. El magistrado sospecha que el antiguo ministro, que ha trabajado los últimos tres años en Estados Unidos, oculta parte de su patrimonio en el extranjero.

Eso sí, Jaume Matas puede empezar a devolver a la Justicia lo que supuestamente ha robado antes de lo que cree. Si el próximo miércoles presenta los tres millones en los juzgados de Palma, su dinero pasará a engrosar la Cuenta de Depósitos y Consignaciones, una 'hucha' que creó la Administración en 1984 para uniformizar, organizar y controlar las cauciones de cualquier sala, operaciones que hasta entonces se realizaban a mano en los propios tribunales.

Aquel año, BBV (después, BBVA) se hizo con su gestión. En 2002, Banesto ganó la concesión de este servicio, cuya oferta sale a concurso público cada cinco años. La Cuenta de Depósitos y Consignaciones acumula un saldo medio anual de unos 3.000 millones y la entidad paga al Tesoro Público un interés equivalente al Euríbor (actualmente, 1,214%) más 1,8 puntos. Si la sentencia definitiva tarda en llegar, los tres millones del ex ministro de Medio Ambiente generarán a la Hacienda Pública un beneficio aproximado de 90.000 euros anuales. En conjunto, el Tesoro gana una media de 90 millones de euros cada año en concepto de intereses de su Cuenta de Depósitos y Consignaciones.

Claros indicios

«Objetivamente, la fianza impuesta a Matas es altísima», corrobora el magistrado Ignacio Espinosa, portavoz de la asociación Jueces para la Democracia. No obstante, Espinosa precisa que cuando se solicita semejante cantidad, «tanto la Fiscalía como el juez están viendo clarísimos indicios de delito». En cualquier caso, incluso más excepcional que el importe de la fianza sea quizá que Matas continúe en libertad. Como aclara el fiscal jefe de un Tribunal Superior de Justicia, «cuando el juez ve claro que el acusado es culpable, lo envía directamente a prisión». La 'benevolencia' de los magistrados con los personajes de pasado lustroso envueltos ahora en corruptelas y una cierta magnanimidad con el fin de otorgarles más tiempo para preparar su defensa ayudan a explicar por qué el ex presidente balear no verá, de momento, el mundo desde la cárcel.

Si finalmente Jaume Matas sale indemne del juicio, su economía, al igual que la de todos los imputados que han debido pagar una fianza para no ir a prisión, no se resentirá. La Justicia le devolverá 'sus' tres millones, que sólo habrán servido para «garantizar que el imputado acude al juzgado los días en que es requerido», agrega Ignacio Espinosa. Si el ex presidente balear decidiera no presentarse en los tribunales de Palma el 15 de abril, fecha para la que está citado, la ley le concedería 10 días más. Y si pasada esa prórroga, Matas siguiera sin aparecer, los tres millones se adjudicarían definitivamente al Estado y el ex presidente balear sería declarado en rebeldía. Un rebelde con causa y con tres millones menos en el bolsillo.