Alonso: «Me da igual Hamilton»

En los tímpanos de Alonso martilleaba el desasosiego de los ingenieros de Ferrari. Quedaban ocho vueltas para la conclusión de la carrera y Hamilton devoraba a sus adversarios con dos segundos de renta por vuelta, gracias a su arrojo y sus neumáticos nuevos. «Viene a ocho segundos», le decía Andrea Stella. «A seis», volvía la voz del ingeniero de pista del asturiano. Y cuando deslizó «a cuatro», Alonso apretó el botón intercomunicador. «Para. Me da igual Hamilton. Cuando llegue ya veremos».

La imagen del día -el duelo entre ambos pilotos, los más rápidos en la pista- desembocó en otro fotograma, el frenazo de Alonso para evitar el adelantamiento y el posterior choque de Hamilton con Webber. «Dije por radio que ya sabía que venía y que, bien, ya veríamos. Casi me causó más sorpresa salir mal de la chicane y que Rosberg casi me adelantase por sorpresa».

Mejor que Bahréin

El destello que iluminó a los aficionados no pasó de anécdota para Alonso, centrado en otras cuestiones: «Este resultado es mejor que el de Bahréin, porque le hemos sacado doce puntos a rivales importantes, como Vettel o Michael Schumacher. Y en Bahréin, sólo siete. Ha sido más productivo».

Tampoco quiso polémica respecto al menor ritmo de Massa y a la posibilidad que tuvo de sobrepasarlo. «No es lo mismo luchar contra tu compañero de equipo que contra otro piloto. Prefiero quedarme con el resultado final. Estoy extremadamente feliz porque un cuarto puesto tal y como se dio el comienzo de la carrera, es un gran resultado». Alonso atribuyó la mala salida «a la pintura blanca de la línea de meta, que estaba mojada, y que patinó al meter la marcha». Tuvo la capacidad de arreglarlo a tiempo y sigue líder del Mundial.