González de la Calle lleva sus 'distopías' a la Galería Benot

Pingüinos en La Caleta, una estatua ecuestre de Primo de Rivera que cruza el océano helado a lomos de un iceberg, una montaña de merengue en plena sierra de Grazalema, un penitente suicida al borde de un cañón... El imaginario de Juan Ángel González de la Calle derrocha ironía y sarcasmo, armas que lanza con maestría sobre sus lienzos, que desde hoy expone en la Galería Benot bajo el título de 'Debido al fuerte viento reinante'.

Se trata de distopías, objetos que están donde no deberían o personajes que habitan un escenario que no les corresponde. «Este trabajo me permite incluir un punto de extravagancia», explica el pintor jerezano, que hace unos días participó en las ferias de ARCO y ArtMadrid.

En las piezas, animales y figuras de poder alternan escenarios exóticos con playas y montañas de la provincia. Eso sí, Primo de Rivera, Fray Diego José de Cádiz, San Martín... todos ellos aparecen inmortalizados como estatuas de bronce. «Es mi forma de restar importancia al poder», apunta González de la Calle. En otras piezas, las figuras humanas son penitentes de Semana Santa. En 'El penitente suicida' el religioso representa a «una persona oculta, sin identidad, que tiene que tomar una decisión. Puede ser un personaje estúpido o inteligente». Por otro lado, igual que el resto de lienzos, esta pintura encierra varios significados. «En España un alto porcentaje de las muertes que se producen se deben a suicidios, más que a accidentes de tráfico, y eso da que pensar...».

El cambio climático, la naturaleza amenazada, el urbanismo desenfrenado, son otras de las cuestiones sobre las que reflexiona González de la Calle, que prepara actualmente una exposición individual en Madrid. «En este caso se trata de un formato distinto, centrado en el dibujo en blanco y negro y los tonos grises; un arte más conceptual».