Papel mojado para pedir ayudas

«No pensé en nada, sólo en salir corriendo». Éste es uno más de los desgarradores testimonios del centenar de vecinos de la zona rural jerezana que han visto cómo en unas pocas horas se echaban a perder sus pertenencias, sus hogares y sus recuerdos de toda una vida. El caso de Luis Valencia es especialmente llamativo, pues el viernes pasado cuando se percató de que la riada se podía llevar su casa de El Portal por delante salió de ella a toda prisa y literalmente con lo puesto, y cuando regresó nada de lo que allí había se encontraba en buen estado.

«Lo he perdido todo -se lamentaba-, me he quedado con lo puesto. El viernes cuando salí a ver lo que pasaba el agua me llegaba por las rodillas y me tuvo que acoger un amigo que me dio una habitación. Ahora no tengo nada, y estoy a la espera de que me manden a un albergue». Sin familia y enfermo, Luis afronta la situación más difícil de su vida, y ayer mientras aguardaba su turno en la oficina de atención a los afectados habilitada en su barriada no podía reprimir las lágrimas, mientras hacía acopio mental de todo lo perdido.

Y es que el desastre fue tal que hasta los documentos que necesita para tramitar las ayudas correspondientes estaban mojados, y desde primera hora el perjudicado requirió la ayuda del personal municipal para ir secando poco a poco sus papeles con toda la paciencia y también la desesperación del mundo.

Dispositivo municipal

En la mañana de ayer, el Ayuntamiento ya tenía tramitadas alrededor de 80 solicitudes de familias afectadas, entre la oficina de El Portal y la de la Delegación de Medio Rural, con lo que se prevé que en el día de hoy se complete el papeleo y se pueda remitir al Gobierno central para que conceda las subvenciones lo antes posible.

El dispositivo municipal habilitado para ello está formado por dos técnicos de la citada delegación y hasta 26 trabajadores sociales de Bienestar Social, que se han desplazado a todos los núcleos afectados para informar a los ciudadanos y asesorarles sobre las gestiones necesarias para acceder a las ayudas estatales.

Lo primero que hacen es una valoración de la situación real de cada familia, tras lo que les remiten a la oficina donde deben presentar documentos como la renta, el DNI y las escrituras de la vivienda. Aquí es donde se presenta el escollo fundamental, pues cabe recordar que las casas de la inmensa mayoría de los damnificados se encuentran en terreno inundable y son, por tanto, ilegales.

A esto se refirió ayer la delegada de Medio Rural, María del Carmen Martínez, puntualizando que estas familias también podrán beneficiarse del paquete de medidas del Ministerio, presentando en lugar de las escrituras los recibos de luz o del pago del IBI. Eso sí, siempre que se trate de viviendas de primera ocupación, que en determinadas barriadas se trata del menor de los casos.

La delegada quiso referirse al rumor que está circulando en toda la zona rural y que apunta a la proliferación de saqueos, aprovechando la situación de indefensión de los afectados y sus viviendas. Martínez subrayó que no se ha producido un solo delito en relación con este asunto, ni tampoco intervención policial alguna. Algo que justificó en la intensa vigilancia municipal, aunque también se preguntó con pesar que «qué se puede robar, donde se ha perdido todo».