Los animales también han sido víctimas de la lluvia. :: CRISTÓBAL
Jerez

Vidas empapadas

La cota del río Guadalete desciende 43 centímetros, pero las familias se mantienen en alerta ante nuevas crecidas El agua vuelve a arrasar con todo y deja un reguero de desgracias en la zona rural

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Esto afecta a la salud de las personas. No puedes dormir, te falta el aire, sientes estrés e impotencia. Tienes 50 animales y no tienes nada que echarles para comer, mientras ellos enferman y mueren. Pero no puedes parar, tienes que seguir adelante, sin fuerzas, como sea...». Elena Pilar, hija de la dueña de la finca El Torno, habla de corrido y casi sin pausa. La propiedad de Aurora Martínez del Cerro (su madre) ha sido una de las más castigadas por las fuertes precipitaciones de los últimos días. Aunque ayer muchos informativos subrayaran que la zona rural respira tranquila, éste no es, desde luego, su caso.

La finca, a unos tres kilómetros de El Portal, es un reflejo claro de los destrozos del temporal. Sus dueños han perdido, sólo en patatas, unos 120.000 euros (20 millones de las antiguas pesetas), ya que 26 hectáreas de cultivo han quedado totalmente anegadas. Siguiendo el rastro de la zona cero del temporal, se pueden hallar otros muchos dramas: Las Pachecas, La Ina o La Greduela son claros ejemplos. Personas que lo han perdido todo o casi todo. Muchas de ellas, al tener sus casas situadas en zonas inundables, no podrán apelar además a la caridad de las administraciones.

«Esto ya es una detrás de otra. Con la riada de la pasada Navidad, nos llegaba el agua por la cintura. Luego vino un huracán y causó más destrozos, por lo que casi nos quedamos sin sitio para proteger el ganado», continúa Elena Pilar, visiblemente exhausta. Esta vez ya ha sido, nunca mejor dicho, «la gota que ha colmado el vaso». Pero lo peor de todo es el hecho de que «nadie avise a las familias» pese al enorme peligro existente. Como ejemplo, Elena señala un establo que, en algún momento, se transformó en alberca: «Imagínate si no sacamos de ahí a los potros a tiempo, se habrían ahogado». Como en la finca de su vecino, donde han muerto numerosas vacas.

No muy lejos de esta zona está el epicentro de todo este desastre: Las Pachecas. Allí, como es sabido no sólo en Jerez, sino en toda España, el agua ha llegado a cubrir por completo numerosas casas. Ayer, gracias a la bajada del nivel del río Guadalete, podían verse los tejados y poco más.

El caso de Rosario Camacho es paradigmático: «Llevo viviendo en el centro de barrio desde el 26 de diciembre pasado». Ironías del destino, cuando estaba a punto de volver a su casa, que había pintado y limpiado, una nueva tromba de agua ha vuelto a anegarlo todo. Por ello, no ha tenido más remedio que continuar, junto a su marido y su hija, en el centro.

Las Pachecas, transformada

Mientras tanto, la barriada rural ha sido tomada por periodistas, fotógrafos, cámaras y unidades móviles de emisoras locales, regionales y nacionales. Comparten espacio con los vehículos de la Policía Local, la Guardia Civil y un dispositivo fijo de Protección Civil. Justo al lado de éste, se encuentra el centro donde Rosario y su familia hacen su vida, excepto «la ducha y el servicio», para lo que cuentan con la casa de sus padres.

Rosario estaba ayer «un poco más desanimada», reconocía. Nadie se ha acordado de ella hasta entonces, pese a llevar casi dos meses en lamentables condiciones. «Es que -explica- dos veces seguidas ya cansa, con lo cual tengo los nervios ya un poco desquiciados». Lo peor es no saber cuándo podrá regresar a su inundado hogar.

La situación de Rosario no es, ni mucho menos, la única. José, otro vecino de la zona, ha visto inundarse por completo su huerto. Además, un total de siete familias en zonas como Las Pachecas, La Greduela o La Ina han sido desalojadas.

Los vecinos de esta última barriada no pudieron ayer entrar ni salir, durante buena parte de la mañana, de la misma, teniendo en cuenta que la carretera se encontraba cortada en ambos sentidos. «El agua lleva mucha fuerza; totalmente prohibido intentar el cruce», resaltaba la advertencia.

Carreteras cortadas

Era sólo una más del rosario de vías cortadas: carretera de Bolaños, a la altura de la Venta La Cartuja; carretera de la Inmaculada (Guadalcacín-Venta Las Flores); Torrecera-Paterna, cortada en ambos sentidos de los kilómetros 0 al 12; y vía de servicio de la A-381 en ambos sentidos (hacia Las Pachecas).

En La Ina, han sido tres las casas que han tenido que ser evacuadas, dándose la circunstancia de que todas pertenecen a la misma familia: «Una es mía, otra de mi hija Loli y otra de mi hijo Pepe», relata Valentín, que vive temporalmente en casa de otra de sus hijas.

Las pérdidas, entre el mobiliario, la ganadería y la agricultura, ascienden como mínimo a 30.000 euros sólo en el caso de Valentín, según el balance que ha remitido a la asociación Asaja. «Y lo peor es que mientras siga lloviendo, no podré volver», indica.

Es la tercera vez que ha tenido que salir corriendo de su casa, dejando los animales -caballos, gallos de pelea y cerdos, sobre todo- a buen recaudo, aunque dispersados por diferentes lugares. La primera vez fue el 25 de diciembre, la segunda poco después y la tercera hace dos días.

Y mientras la zona rural se prepara para más días de temporal, el Jerez urbano sufría ayer las consecuencias de las lluvias en algunos sus colegios. En el Arana Beato, el agua afectó a la primera planta, donde se encuentran cinco clases. Según fuentes de la dirección, las clases se desarrollaron con normalidad «relativa», ya que los niños de las aulas citadas tuvieron que ser «reubicados» en otros lugares.

Parques cerrados

El Ayuntamiento señaló que la previsión de fuertes vientos y lluvias han aconsejado a Medio Ambiente el cierre al público estas dos jornadas de varios parques. Se trata del González Hontoria,el Jardín Escénico, Fernando Chueca y el Parque Williams de Santo Domingo.

También recomienda a los ciudadanos que extremen las precauciones en las zonas donde hay densa arboleda.