La historia de un ex presidiario recibe la primera ovación de la Berlinale

El festival de cine de Berlín es famoso por las sorpresas que ofrece al público, tanto en la programación de la competición oficial, como a la hora de premiar la mejor cinta. Esta tradición volvió a adquirir ayer una rara y agradable actualidad gracias a la proyección de una cinta noruega, que auguraba un lunes tormentoso, pero que fue recibida con la primera ovación del público.

El responsable de la hazaña es Hans Meter Molands un director noruego de 54 años que tuvo éxito en llevar a la pantalla una entrañable historia de un asesino convicto que regresa al mundo de los vivos después de pasar 12 años entre rejas. Cuando Ulrik (Stellan Skarsgard), un asesino con cara de niño bueno, recupera la libertad, no sabe si regresar al bajo mundo o intentar encontrar un camino que le ayude a recuperar la bondad humana que esconde bajo un cuerpo duro y golpeado.

El secreto de la cinta 'En ganske Snill Mann -A Somewhat Gentle Man', además de la excelente actuación de Skarsgard, que logra hacer olvidar el drama humano de un ex presidiario para convertirse en una comedia tierna y repleta de escenas cómicas, es el guión escrito por un danés que tiene la gracia divina de hacer reír al publico con escenas donde se espera lo contrario.

Escenas hilarantes

Pocas veces en el cine, una película ha logrado provocar una espontánea carcajada con escenas de sexo, donde una fea casera que tiene un desaforado apetito sexual, se hace pagar la comida que le regala a su inquilino con un minuto de cama. Ulrik es capaz de eso y mucho más.

«Es difícil seguir siendo un ser humano cuando se tiene que regresar a un mundo duro y sin esperanzas», dijo el director durante una conferencia de prensa, donde él y sus interpretes fueron recibidos con una nueva ovación.