¡Fuera caretas, es Carnaval!

Anda Río de Janeiro estos días de bote en bote... Porque allí lo del Carnaval son palabras mayores. Plumas, dorados, samba, 30 grados a la sombra... Vamos, que el que no la goza es porque no quiere, y al calor del frenesí carnavalero se han acercado muchos rostros conocidos. El domingo, en el palco de sambódromo, una espectadora de lujo: Madonna. La diva del pop se llevó allí a toda la recua y a Jesús Luz, su presunto ex, el que supuestamente la había dejado porque la veía demasiado mayor. Igual es que Madonna se ha sometido a un tratamiento express de rejuvenecimiento o que Luz ha madurado en dos días: parece que lo de la edad ya no le importa tanto. En Río no quitó ojo a los críos de su chica, y mucho menos a ella, con la que no paró de cuchichear al oído. Tratando de que no les oyeran o vieran cientos de orejas y ojos que estuvieron más atentos al palco que al desfile de carrozas. En un vano intento de pasar desapercibida, Madonna se puso una máscara, pero luego se lo pensó mejor. No vayan a empezar a decir ahora las malas lenguas que Luz la engaña con una misteriosa rubia enfundada en un antifaz...

Pero no sólo la prole de Madonna se divierte en Río. Por allí anda también Paris Hilton promocionando una marca de cerveza que la ha contratado como su 'musa'. Y tan en serio se tomó lo de la promoción que después de unas horas de 'trabajo' acabó como la ven, a gatas por el suelo, amarrada a una lata y dando el espectáculo. ¿Culpa de las cervezas o de los tacones imposibles? Probablemente de ambas cosas, aunque seguro que lo único que se reprocha Paris es no haberse puesto un vestido un poco más tupido.