Moratinos y Ashton miran las estrellas de la Unión en una conferencia de prensa en Madrid. :: REUTERS
ESPAÑA

Moratinos pide a la UE que acoja a más presos para cerrar Guantánamo

España está dispuesta a hacerse cargo de hasta cinco reos, tres más de lo que ya había comprometido

MADRID. Actualizado: Guardar
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«No hay que pensar en qué puede hacer Obama por nosotros sino en qué podemos hacer nosotros por Obama». Es una de las frases favoritas de José Luis Rodríguez Zapatero. Y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se la aplicó ayer a toda la Unión Europea. Tras confirmar que España está dispuesta a hacerse cargo de hasta cinco presos de Guantánamo -tres más de los que había aceptado acoger hasta la fecha- el jefe de la diplomacia española hizo un llamamiento al resto de los socios europeos para que sigan su ejemplo y ayuden al presidente estadounidense a cumplir el compromiso de cerrar la prisión ilegal.

Moratinos elevó esta petición como miembro de la Presidencia de turno de la UE, junto a una silente Catherine Ashton. La alta representante para la Política Exterior y la Seguridad Común acompañó al ministro durante la rueda de prensa posterior a la reunión UE-Brasil celebrada ayer en Madrid, pero apenas intervino. Y, desde luego, ni respaldó ni censuró las palabras del jefe de la diplomacia española, quien recordó que 'los 27' ya expresaron en una declaración conjunta su apoyo al cierre del campo de prisioneros. «Animamos a todos los países europeos a que hagan un esfuerzo -solicitó-; si todos estábamos de acuerdo en que la existencia de Guantánamo era inaceptable, ayudemos a que se pueda cerrar».

Durante el mandato de George W. Bush, Europa presionó a Estados Unidos para que acabara con ese limbo jurídico creado hace ocho años al amparo de la 'guerra contra el terror', la estrategia bélica implementada por la Administración republicana tras los atentados del 11-S. El Parlamento europeo llegó a aprobar en 2006, por aplastante mayoría, una moción en la que solicitaba su clausura, aunque es cierto que las manifestaciones de condena nunca tuvieron consecuencias prácticas.

Ahora, la respuesta a la petición de Barack Obama para que los países 'amigos' se hagan cargo de presos sin cargos que no pueden volver a su país ha sido más bien pobre. Eslovaquia ha aceptado a tres; Francia, Irlanda y Portugal, a dos, y Hungría, Bélgica y Suiza, a uno cada uno, según los datos aportados recientemetne por representantes del Gobierno norteamericano.

Hace ya meses que el presidente de Estados Unidos se dio por vencido y se reconoció incapaz de cumplir el plazo de un año que él mismo había fijado para echar el candado al centro. No es tanto por las reticencias europeas como por las pegas en su propia casa por lo que la tarea está resultando mucho más compleja de lo que se había previsto. De los 192 presos que aún quedan en Guantánamo, 90 deben ser juzgados bien por comisiones militares, bien por tribunales federales. Pero, en todo caso, es preciso reubicarlos en cárceles estadounidenses y la Administración demócrata encuentra enormes obstáculos «políticos» a este paso.

Cuando José Luis Rodríguez Zapatero se entrevistó con Obama en la Casa Blanca, el pasado octubre, prometió colaboración. Hacía cuatro meses que el enviado especial de Estados Unidos para el cierre de la prisión, Daniel Fried, había solicitado a España que acogiera a cinco detenidos. Tras revisar que los candidatos no tuvieran ningún antecedente penal, causas abiertas aquí o en el resto de países de la UE o contactos con redes 'yihadistas', los Ministerios de Justicia e Interior dieron el visto bueno a dos: un palestino detenido en Pakistán y un yemení. Pero desde aquel viaje a Washington las conversaciones continuaron. Fried no ha cejado en su empeño de convencer a los estados europeos de que amplíen su ayuda. Y hace apenas dos semanas ya anunció en Bruselas que España acogería a un «número significativo» de presos y agradeció su «liderazgo».

En principio, serán cinco los reos admitidos, pero Miguel Ángel Moratinos remarcó que «no hay números clausus».