Intercambio de propuestas

La comparecencia del presidente Rodríguez Zapatero, que el próximo miércoles deberá presentar ante el pleno del Congreso su diagnóstico del momento económico por el que atraviesa España y las intenciones del Gobierno para acelerar una sólida recuperación, pondrá a prueba la coherencia de sus postulados. Pero obligará también a los grupos de la oposición, y especialmente al PP, a formular propuestas alternativas y a ensayar fórmulas de aproximación que permitan avanzar a través de iniciativas que cuenten con el máximo consenso político. Las declaraciones cruzadas del fin de semana entre los responsables del Gobierno o del PSOE y portavoces del PP han dejado en el ambiente la sensación de que, lejos del contraste público entre diferentes soluciones, ambos grupos parecen más interesados en sortear tácticamente el emplazamiento al que han sido sometidos respecto a su disposición al pacto de Estado en materia económica, imputándose mutuamente la responsabilidad del desacuerdo existente. No es ésta una cuestión baladí de cara al pleno parlamentario del próximo miércoles, puesto que las reticencias mostradas expresamente por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de cara a un eventual acuerdo tienden a dar por buena la resistencia mantenida por el presidente Rodríguez Zapatero frente al encuentro y el entendimiento con Rajoy. De Cospedal señaló ayer que la posibilidad del acuerdo depende de que el Gobierno se avenga a un «cambio radical» en su política económica. Un cambio que la dirigente popular cifró en la bajada de impuestos, la contención del gasto público y el apoyo a la pequeña y mediana empresa, a los autónomos y a las familias. Desde el momento en que el presidente socialista ha dado muestras de una implícita rectificación de su huidiza actitud anterior a la hora de afrontar las consecuencias de la crisis, presentando las líneas generales de una revisión a medio plazo del sistema de pensiones o habilitando una vía para la reforma del mercado de trabajo que, aunque de manera tardía y tímida, ya centra el diálogo social en España, el principal partido de la oposición deberá presentar el próximo miércoles propuestas que precisen su recurrente apelación a un cambio en la política económica gubernamental.