San Fernando busca la calma

En los últimos tres mandatos cada nuevo Gobierno que ha entrado en San Fernando ha tenido como objetivo principal, o al menos así lo ha vendido, el necesitado cambio de modelo económico de la ciudad. La Isla había vivido bien de lo militar y lo naval pero ha perdido fuerza en ambos sectores. Por eso sueña con tener el impulso turístico que ve en el resto de poblaciones vecinas, aunque por más proyectos, iniciativas y planes que se realizan, lo cierto es que ese impulso no llega. Ahora en el ecuador del Gobierno de la socialista Patricia Cavada, parece complicado que ese cambio se produzca. Es más, apenas se ha avanzado en los principales problemas con los que cuenta la ciudad y la gestión se le complica.

En primer lugar porque a pesar de contar con el apoyo del ya desaparecido Partido Andalucista, como socio de Gobierno, sigue siendo minoría y el resto de partidos de la oposición y le han dado varios toques de atención en cuanto a los apoyos puntuales. En este sentido ya ha perdido votaciones importantes como el caso de las ordenanzas de la calle Real, que ahora de rehacer, o los presupuestos que no saldrán si no consigue el apoyo de otro grupo.

La Casa Lazaga se sigue cayendo sin tener futuro más allá de obras de consolidación, nada se ha anunciado para la antigua sede de la Cruz Roja, que también se cae a pedazos, el futuro museo de Camarón sigue sin tener los fondos aprobados por la Junta de Andalucía (cuando el 2 de julio se cumple el 25 aniversario de su fallecimiento), el Castillo de San Romualdo solo acoge una a parte de lo que era el antiguo Museo, cuyo edifico se pretende que sea la nueva sede de Alcaldía, pero continúa en obras.

De los presupuestos participativos, cuyo proyectos se iban a priorizar, el que ganó sigue sin realizar (el cambio de la sede de la Escuela de Adultos al edificio de San José), mientras que la remodelación de Pery Junquera hace dos meses que debería de haber acabado, y sigue sin contar con los cuatro carriles en el primer tramo, la de la playa sí ha acabado, pero solo la primera parte de ampliación de vías trasladando el embudo más adelante y quitando aparcamientos de la primera bolsa de estacionamientos, y del segundo paquete de los presupuestos participativos nada se sabe.

Sí se consiguieron los fondos europeos, pero se sigue con su gestión y aún hay que ver si se podrá hacer alguna actuación antes de que finalice el mandato, las obras del Consistorio avanzan tras anunciarse un retraso y un aumento en la partida por el estado del edificio, mientras que el tranvía continúa sin tener una fecha clara para su puesta en funcionamiento. Janer no sale, los polígonos industriales siguen igual, el Parque de la Historia y Mar no se convierte en el deseado ‘Silicon Valley’ deseado y a los dos años lo que se remarca desde el Gobierno es el buen estado económico con el que se cuenta.

Al menos de ello se presume. De hecho se habla de superávit y de contar con un remanente de cinco millones de euros para invertir. Precisamente lo que le hace falta a San Fernando: inversión. Dinero para poner en marcha los proyectos de la Fábrica de San Carlos, para urbanizar los polvorines de Fadricas así como conseguir que llegue a buen término las negociaciones con Defensa para liberar parte del suelo de Camposoto. A pesar de la buena sintonía, que permitirá recuperar Torre Alta para abrirla al turismo, no se llega a cerrar esta cesión de suelos.

Y todo ello cuando hace unas semanas hubo una tormenta política tras salir a la luz pública una conversación de la concejala de Servicios Sociales, en la que aconsejaba a una familia ‘Okupar’ una vivienda. Finalmente la responsable dimitió y ahora se debe reestructurar el Gobierno municipal. No hay nada confirmado aunque no se espera que se trastoque mucho y todo se resuelva con la entrada de la siguiente persona de la lista.