Interior firma la orden de expulsión de Ziani por sus vínculos con el salafismo radical

El Ministerio del Interior cerró este jueves el 'caso Nourredine Ziani' con la expulsión definitiva del presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña y director del espacio catalano-marroquí de la Fundación Nuevos Catalanes, de Convergència Democrática de Catalunya. El dirigente musulmán será expulsado a Marruecos, su país de origen, por difundir ideas salafistas de tipo radical y por trabajar para los servicios secretos del reino Alauita, según los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Su deportación llega un día después de que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, asegurara en Barcelona que el expediente abierto a Ziani "no tiene nada que ver con su actividad en favor del independentismo". Ziani siempre negó sus relaciones con el salafismo, una de las ramas más radicales del islam, y el martes pasado aseguró que era víctima de un complot debido a sus ideas partidarias de un proceso soberanista en Cataluña. "No soy ni he sido un salafista radical. Mi único delito ha sido trabajar por la integración de los inmigrantes y defender sus derechos", dijo antes los medios. Desde algunos sectores de Convergència, en un primer momento, salieron en apoyo de Ziani y hablaron de montaje por razones políticas, pero el consejero catalán de Interior, Ramón Espadaler, y más tarde el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, evitaron vincular su expulsión con su militancia soberanista.

Fuentes de Interior han señalado esta tarde que la expulsión de España será inminente. No obstante, desde la Fundación Nuevos Catalanes han precisado que Ziani aún “no ha recibido ninguna notificación” del Ministerio del Interior. Además, han reiterado su petición al Gobierno central de que facilite toda la información que disponga sobre la expulsión del líder musulmán. “La opinión pública tiene derecho a saber qué pruebas tienen para hacer un acusación tan grave como vincular a una persona con el salafismo”, han expresado. “La opacidad del Ministerio y la indefensión del señor Ziani en todo el proceso avala la sospecha que detrás de esta decisión de expulsión hay una clara intencionalidad política, que podría constituir una vulneración de la Convención Europea sobre Derechos Humanos”, han concluido.