Fútbol | primera división

Un relax que sale caro

El Madrid cumple el trámite ante el Betis con más ocasiones que fútbol e intensidad y pierde a Marcelo y Modric por problemas musculares

MADRID Actualizado: Guardar
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Con solo tres titulares en el once (Cristiano Ronaldo, Özil y Diego López) y sin emplearse apenas ni jugar bien, por lo que estuvo a punto de ceder un empate en el minuto 89’, el Real Madrid se tomó un relax en un partido que estorbaba cuatro días antes de su intento de asalto a Dortmund y que le salió caro. Con escasa intensidad y bastante comodidad, el Madrid cumplió el trámite ante el Betis para confirmarse en el subcampeonato liguero y no desgastar fuerzas para la ida de semifinales europeas del miércoles, aunque perdió a Marcelo, víctima de un pinchazo muscular con hematoma que le dejará fuera de la trascendental cita en Alemania. En cualquier caso, ya estaba decidido que el lateral izquierdo en Alemania sería Coentrao, uno de los reservados por Mourinho. Modric también debió retirarse con molestias musculares y Benzema acabó tocado en un tobillo, aunque quien será el ‘9’ en Dortmund es Higuaín.

Para sustituir a los mediocentros indiscutibles (el sancionado Xabi Alonso y Khedira) el técnico portugués recurrió al siempre irregular Modric y al joven Casemiro, cedido al Castilla por el Sao Paulo, aunque el debutante brasileño estuvo desaparecido en un encuentro en el que hubo muchas más ocasiones que fútbol y que se le complicó al Madrid con el penalti provocado por el canterano Nacho. Pasó obligado del lateral derecho al izquierdo y, cuando el equipo blanco deambulaba excesivamente relajado con el 2-0, permitió con su barrido a Rubén Castro que el Betis se animase y tuviese esperanzas, ante un Madrid que ya solo se dedicó a defenderse, aunque lo hizo mal. Lo que más le gusta a Mourinho para explotar su contragolpe, como hizo al inicio de la segunda mitad con una jugada vertiginosa y letal en la que participaron Özil, Cristiano y Benzema.

No necesita mucho el Madrid para golear en la Liga, y más, si es a un rival como el Betis con graves problemas defensivos que tardó en creérselo y dar un paso al frente. Tiene tantísimo arriba el Madrid que, con la ley del mínimo esfuerzo, puede sacar petróleo de cualquier llegada. No marcó Cristiano, cosa rara, aunque el portugués, además de lanzar un balón al poste al filo del descanso -también se estrelló Pabón con el palo tres minutos después-, participó en dos de los tres goles. Al único al que no asistió Cristiano fue al primero, en el que funcionó la conexión Özil-Benzema en forma de pared, culminada por el alemán, autor de un doblete. Hubo que esperar casi al final para que el Madrid sentenciase definitivamente después de unos minutos de sufrimiento en los que el Betis no dejó de jugar en campo blanco. Así pudo llegar la igualada a la que se arriesgaron los blancos por su dejadez. Rubén Castro mandó un segundo balón sevillano al larguero cuando tan animado choque agonizaba, y tras un error del renqueante Carvalho, Albiol tuvo que sacar casi bajo palos el remate del desafortunado Pabón. Lo que marcó realmente la diferencia e inclinó la balanza fue la delantera de ambos, y mientras el Betis perdonó, el Madrid, aunque sin pegada, aprovechó lo suyo. Al final fueron demasiados goles para sus méritos. En Dortmund quizás se conforme solo con uno, pero ese gol será obligado, al igual que el espíritu que el Madrid deja casi siempre de lado en la Liga desde que se desenganchó de la lucha del título. En el Bernabéu y con enemigos como el Betis, por muy bien que juegue el equipo de Pepe Mel, todo es mucho más fácil.