«Tito nos animó a nosotros»

“El primer mensaje que hemos recibido es que la operación ha ido muy bien y eso es algo que nos tranquiliza a todos”. El capitán del FC Barcelona, Carles Puyol, se erigió ayer en portavoz institucional, deportivo y hasta médico ante los medios de comunicación ofreciendo el primer parte oficial sobre el estado de salud de Tito Vilanova. En cierta manera, se confirmó así que los jugadores más veteranos del equipo azulgrana van a dar un paso adelante para compensar la baja temporal de su entrenador, intervenido quirúrgicamente de un tumor en la glándula parótida, una reproducción de la patología que sufrió en noviembre de 2011. En aquella ocasión la operación, muy delicada por la zona repleta de nervios en la que debe trabajar el cirujano, se prolongó durante más de cinco horas. La de ayer duró la mitad, dos horas y media, una buena señal. El técnico azulgrana descansará tres o cuatros días en el Hospital de la Vall d'Hebron y luego se someterá a quimioterapia y radioterapia durante unas seis semanas, periodo en el que tiene la intención de compatibilizar el tratamiento con su labor de su entrenador si las fuerzas se lo permiten.

“Fue un golpe muy duro cuando el miércoles por la mañana nos dieron las primeras noticias sin diagnóstico final, fue una noticia muy fuerte, pero por la tarde nos lo explicó en persona y nos dio fuerzas el verle tan animado y con tantas ganas de luchar. Fue él el que nos animó a nosotros. Y antes de irse del vestuario ya decía que quería volver y eso es una muy buena señal. Hoy el vestuario está más animado por esa charla, las noticias son buenas y saber que la operación ha ido muy bien nos pone a todos muy contentos”, explicó Puyol, quien aunque ya había hablado el lunes en rueda de prensa, asumió el liderazgo en un momento complicado.

“Hay que levantarse y seguir luchando. Son golpes duros, como dijo Zubizarreta, directos a la mandíbula, que te tumban en la lona, pero hay que levantarse, este equipo lo ha hecho siempre y lo volverá a hacer”, manifestó el defensa, orgulloso de pertenecer “a un grupo muy responsable. Lo que tenemos que hacer es seguir igual, entrenar al máximo y esperar a Tito con muchas ganas. Lo más importante es que se ponga bien y la mejor forma de ayudarle es que el equipo siga igual, sacando los partidos adelante”.

Puyol, para contradecir a los que piensan que una plantilla con tanta calidad funciona sola, matizó que “Tito es nuestro líder, es muy importante para nosotros, el que tira del carro, pero ahora tiene otra prioridad y nosotros tenemos que luchar un poco más si cabe por él. Este equipo no juega solo, pero sí tenemos claro lo que debemos hacer, tenemos el camino marcado”.

Jordi Roura, segundo entrenador de Tito Vilanova, ex jugador de la cantera que dejó el fútbol a los 25 años por una lesión de rodilla, fue bendecido por Puyol: “Jordi lleva años trabajando con nosotros, le conocemos perfectamente y es quien está más activo en los entrenamientos, esto seguirá igual. Conoce perfectamente la filosofía y estamos en muy buenas manos. Es un mensaje de tranquilidad, hay que estar tranquilos”. En ese punto, lamentó los rumores que surgieron recién conocida la enfermedad de Tito Vilanova, como un contacto con Pep Guardiola ya desmentido: “No sé ni quién dudaba de él, ya lo dejaron claro Zubizarreta y el presidente, nosotros tenemos que mantener la calma porque no podemos controlar todas las noticias. ¿Enfadado? Hay una línea que a veces no hay que traspasar y creo que el club ha tomado una decisión muy correcta”.

Roura, por cierto, no hablará en la previa del encuentro ante el Valladolid y dejará que lo haga un jugador, Sergio Busquets. Sí lo hará tras el encuentro en Zorrilla. El club no quiere dar la sensación de que es el sustituto, prefiere dar una imagen de continuidad.

La operación de Tito Vilanova eclipsó el regreso de Abidal a los entrenamientos. Puyol sí tuvo tiempo ayer para celebrarlo: “Veo a Abidal muy bien, ya puede entrenar con el equipo, y ahora tiene que ir poco a poco. Cada día está mejor, tiene mucha fuerza, y pronto estará para competir. Con Abidal está claro que somos más fuertes”.

A mediados de la temporada 1990-91, Johan Cruyff, entonces entrenador del Barça, sufrió una insuficiencia cardiaca que obligó a su segundo, Carles Rexach, a coger las riendas de un equipo que acabó ganando la Liga. El técnico holandés, que volvió para dirigir al mítico Dream Team, tiene claro que “el problema de Tito no afectará a la plantilla. Se unirá más, sabe lo que tiene que hacer. Son jugadores con experiencia, con algunos futbolistas veteranos que mandarán y cogerán las riendas”.