OLA DE VIOLENCIA EN BEIRUT

Líbano despliega al Ejército para acabar con los disturbios

La cúpula castrense avisa de que podría tomar "medidas decisivas"

BEIRUT Actualizado: Guardar
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El Ejército libanés ha comenzado a intervenir para acabar con el caos reinante en Beirut y otras regiones libanesas tras el asesinato el viernes pasado del jefe de los servicios de Inteligencia de la Policía, general Wisan al Hasan, en un atentado.

Las televisiones locales mostraron imágenes de soldados en tanques y a pie entrando en algunos barrios beirutíes, de mayoría suní, donde se han visto elementos armados y enmascarados. Uno de esos distritos es el de Qasqas, donde se han producido choques hasta esta misma mañana. Los soldados llevan a cabo registros y han detenido a algunas personas acusadas de fomentar disturbios.

Anoche, según medios de comunicación libaneses, al menos tres personas murieron y decenas resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes en distintos puntos del país como la capital y Trípoli (norte). Los funerales por Al Hasan se celebraron ayer en Beirut, donde después de las exequias hubo choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que intentaron asaltar la sede del Gobierno.

Durante la ceremonia, el ex primer ministro y jefe del grupo opositor Futuro, Fuad Siniora, pidió la dimisión del jefe del Gobierno libanés, Nayib Mikati. Siniora acusó a Mikati de ser "responsable" de la muerte de Al Hasan en el atentado con coche bomba del pasado viernes, en el que murieron otras dos personas y 126 resultaron heridas. "No podemos aceptar más la cobertura política de los asesinos. Queremos un gobierno que proteja a los libaneses y no solo a una parte de ellos", subrayó.

El atentado ha exacerbado la tensión en el Líbano, dividido entre partidarios y detractores del régimen de Bachar el Asad, y la cólera es perceptible, sobre todo, en las áreas de mayoría suní, comunidad a la que pertenecía Al Hasan.

El difunto dirigió la investigaciones que destaparon en agosto pasado al exministro libanés Michel Samaha y al jefe de la Seguridad siria, Ali Mamluk, acusados planificar atentados contra líderes políticos y religiosos antisirios en el Líbano.