Un estudiante se manifiesta en Murcia. / Juan Francisco Moreno (Efe)
EL AJUSTE DEL GOBIERNO

Los recortes unen a padres y alumnos

Ceapa habla de un "alto seguimiento" y "hecho histórico" en la primera protesta junto a los estudiantes en defensa de la enseñanza pública

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este jueves era la fecha marcada en el calendario por padres y alumnos para mostrar su rechazo a la política educativa del Gobierno. Aulas con numerosos asientos vacíos. Miles de personas con las ya famosas camisetas verdes manifestándose en la calle de las principales ciudades españolas. Cánticos a favor de la enseñanza pública. Y constantes peticiones de dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert. Todo ello formó el parte del escenario de la tercera jornada de huelga consecutiva de estudiantes que, por primera vez, contó con el apoyo de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa). Un hecho «insólito» para el Gobierno e «histórico» para los convocantes.

«El seguimiento de la huelga ha sido ampliamente mayoritario con una participación superior al 80% en todos los niveles educativos», aseguró complacido el portavoz de Ceapa, José Luis Pazos. Y es que por primera vez la principal asociación de padres y madres -que reúne a más de 11.500 organizaciones a lo largo de la geografía española- se sumó a la protesta convocada por el sindicato de estudiantes y pidió a los progenitores que no llevasen a sus hijos al colegio. Una situación inédita hasta ahora que provocó la reacción airada del ministerio. Pazos explicó que en algunos institutos «las aulas quedaron vacías» con especial incidencia en zonas de Asturias donde el seguimiento fue del 100%, aunque la adhesión fue mayor cuanto más elevado era el curso. Unas cifras que contrastaban con las ofrecidas por el Ministerio de Educación que cifraba el apoyo a los paros en el 23%.

En cualquier caso, el portavoz de Ceapa consideró la convocatoria un «éxito» al haber conseguido colocar los problemas de la educación en el centro del debate. «Las familias están mandando un mensaje claro al Gobierno de que hasta aquí han llegado los recortes», aseveró. Y ese mensaje tiene al ministro Wert como principal destinatario. «Pedimos la dimisión de un ministro que consideramos ya en funciones», declararon conjuntamente desde Ceapa y el sindicato de estudiantes. En su opinión, Rajoy es consciente que deberá cesarlo cuando se apruebe definitivamente la reforma educativa. «El ministerio está abocado a cambiar de persona al frente de Educación», sentenciaron. Además, reprocharon las «incendiarias» declaraciones de Wert en las que tildaba de «extrema izquierda y antisistema» a los convocantes de la huelga: «Se nos ha llamado de todo. Necesitamos un nuevo ministro que sea reconocido por toda la comunidad educativa».

Marea verde

Ataviados con la ya tradicional camiseta verde en defensa de la educación pública miles de padres, alumnos y docentes se manifestaron en Madrid bajo el lema 'Por la educación pública. Por el futuro de nuestros jóvenes'. Las protestas se enmarcaron en la denominada 'semana de la lucha' planteada por el sindicato de estudiantes y que contemplaba una huelga de 72 horas -desde el martes 16 hasta el jueves 18- contra el «ataque sin precedentes» a los derechos del alumnado.

«Nuestros hijos no son recortables» podía leerse en una de las pancartas desplegadas durante la protesta. «Solo la educación pública garantiza la igualdad de oportunidades» rezaba otra. Y es que los convocantes acusaron al Ejecutivo de querer privatizar la educación a través de los recortes en becas o en el aumento de las tasas universitarias. No es casualidad que uno de los cánticos más repetidos fuese «nada, nada para la privada». «El presupuesto de la enseñanza pública se recorta mientras se dan ayuda a la segregación por sexos. Esto nos lleva a una educación de hace cincuenta años», aseguró Silvia, una madre, pero también profesora interina que sufre los ajustes en esa doble condición. La marcha terminó enfrente del Ministerio de Educación, donde el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, se felicitó por los «tres millones de jóvenes» que dijeron al PP no estar de acuerdo «con destruir la educación pública».

Sin embargo, el Gobierno no está dispuesto a modificar su postura. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, destacó el «seguimiento minoritario» de la huelga. Además, agradeció la «responsabilidad» de los padres que llevaron a sus hijos a los centros: «En un momento de crisis no nos podemos permitir varios días de inasistencia al colegio por parte de los alumnos». Gomendio acusó a los huelguistas de oponerse a un cambio legislativo necesario para corregir el elevado abandono escolar del país. Según la número dos de Educación, los «pobre resultados» de los alumnos obliga al Gobierno a tomar «medidas necesarias» para modificar la ley educación y mejorar el rendimiento académico.