La sociedad aprecia la ciencia pero teme la rapidez de los cambios tecnológicos

La valoración de los científicos por la población española es altamente positiva. Es la idea que se desprende del estudio internacional de la Fundación BBVA sobre actitudes hacia la ciencia, que sale a la luz tras unas 16.500 encuestas realizadas en diez países de la Unión Europea (España, Italia, Francia, Países Bajos, Alemania, Austria, República Checa, Polonia, Reino Unido y Dinamarca) y en EE UU. Se trata de la segunda parte del estudio, ya que en mayo se presentó la primera sección referente al grado de comprensión hacia la función que ejerce el sector científico por los ciudadanos. Las encuestas han tomado en cuenta cinco aspectos básicos: las actitudes generales hacia la ciencia, y la percepción de sus facetas positivas, llamadas en el estudio "promesas" y las negativas, "reservas"; las expectativas de la población hacia la ciencia; su relación con la ética y la religión; la confianza de los ciudadanos en los científicos; y por último, la imagen que los ciudadanos tienen de los científicos.

Los resultados que se desprenden son la visión de los científicos por parte de la opinión pública como el motor del progreso, con efectos positivos en la mejora de la salud de las personas, la cultura de la sociedad, por reducir temores y supersticiones del pasado, y la forma de entender el mundo. Las reservas de la población vienen dadas por la rapidez con que la ciencia hace cambiar el modo de vida de la población, así como la modificación de la naturaleza por la ciencia, en concreto, la ingeniería genética (alimentos transgénicos o clonación de animales), y la energía nuclear.

La energía solar, junto con los ordenadores e Internet son las tecnologías más valoradas, seguidas muy de cerca por la telefonía móvil, que en España se sitúa en tercera posición, por delante de la biotecnología. Por otra parte, los inventos más reconocidos son la anestesia, la lavadora, los medios de transporte y la energía eléctrica. En cuanto a los trabajos que más contribuyen al bienestar, se destacan los médicos y los científicos. En el campo de la salud, el estudio revela que más del 70% de los estadounidenses y de los europeos (España sobrepasa la media con un 73%), creen en que 25 años la ciencia podrá curar la mayoría de los tipos de cáncer. Además, según los datos, los ciudadanos creen que la ciencia también podrá eliminar antes de nacer los principales factores genéticos de las enfermedades graves.

Según el estudio, la religión y la ciencia tienen teorías confrontadas, pero los encuestados están en contra de que las creencias religiosas pongan límites al desarrollo científico. En este sentido, en Europa predomina la visión científica del origen y evolución de los seres humanos (64% en la UE, un 65% en España), aunque en EE UU impera la teoría de que Dios creó a los seres humanos más o menos con su forma actual. Respecto a estos resultados, el director de la fundación BBVA, Rafael Pardo, ha aclarado: "A pesar de que los Estados Unidos es una de las comunidades más avanzadas culturalmente, prevalece una cultura religiosa muy arraigada. Hay una proliferación de religiones protestantes que entienden la Biblia de forma literal, y aunque explican todos los demás procesos a través de la ciencia, creen que la teoría científica de la creación no está totalmente probada".