'Gran Turismo 5'. / Archivo
VIDEOJUEGOS

Galardón a la obsesión por los detalles

Kazunori Yamauchi, creador de 'Gran Turismo', recibirá el Premio de Honor de Gamelab 2012

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desde pequeño, su vida estuvo ligada a los automóviles. Hijo de unos viajantes de cerámica, Kazunori Yamauchi (Japón, 1967) acompañaba a sus padres en los desplazamientos por todo Japón que estos se veían obligados a efectuar debido a su profesión. Poco podía imaginar este joven de Kashiwa, obsesionado entonces con el cine y los astronautas, que acabaría convirtiendo su pasión por el motor y la obsesión por los pequeños detalles en su modo de vida con la creación de una saga ya mítica: 'Gran Turismo'. Una vida que en la VIII Feria Internacional del Videojuego y el Ocio Electrónico -del 27 de junio al 1 de julio en Barcelona- será reconocida con el Premio de Honor 2012 de la Academia de las Artes y las Ciencias Interactivas, en el marco de los V Premios Nacionales a la Industria del Videojuego. Allí dará una charla en la que hablará sobre los límites de lo virtual. Lógico, tratándose de alguien que siempre ha apostado por el hiperrealismo en sus videojuegos.

A mediados de los noventa, después de varios años programando sus propios videojuegos de forma amateur, Yamauchi entra a formar parte de Sony. Su primer proyecto para el gigante asiático, que acaba de lanzar PlayStation al mercado, es 'Motor Toon Grand Prix'. El título toma ideas del emblemático 'Mario Kart', a las que añade un toque y un estilo más desenfadados si cabe. Pero pronto la obsesión por el realismo invade a Yamauchi. El también director de Polyphony Digital quiere hacer un juego en el que la experiencia del usuario sea lo más fidedigna posible a la sensación de conducir un coche de carreras. Se inicia así el desarrollo de 'Gran Turismo', que se lanza en 1998 y se convierte en el juego más vendido de la PlayStation original.

El éxito de esta primera entrega de la saga se ha ido replicando a lo largo de las diez iteraciones que han aparecido en las diferentes consolas de Sony (PlayStation 2, PlayStation 3 y PlayStation Portable), hasta el punto de que la saga ha vendido ya la friolera de más de 65 millones de copias en todo el mundo. No es extraño. Si algo sorprende de la serie, más allá del aspecto de la conducción que quizá ya ha quedado algo desfasado, es el mimo con el que se modelan los vehículos. Desde el principio, 'Gran Turismo' animaba al jugador a coleccionar coches de todas las marcas posibles. E, incluso, extendió una fiebre enfermiza por los coches japoneses, haciendo, por ejemplo, que se exportaran a Estados Unidos algunos vehículos que hasta entonces sólo se vendían en Japón. Además, compañías como Aston Martin, Ruf, Venturi y Alfa Romeo vieron aumentar su popularidad; y el propio Yamauchi fue contratado como asesor por grandes marcas como Volkswagen.

No contento con ello, Yamauchi diseño un modo fotografía. Podías coger tu coche, recientemente adquirido, ponerle fondos ya establecidos y liarte a hacer fotos desde cualquier perspectiva. Algún periodista llegó a decir que sentía pudor al ver a Yamauchi juguetear con la mentada función. “Era casi como si estuviera viendo porno”, comentaba entre risas. La última entrega, 'Gran Turismo 5' (PlayStation 3), no ha estado exenta de polémica. El título salía al mercado con mil coches. De ellos, sólo 200 estaban elaborados con el máximo detalle posible y, claro, los seguidores de la saga no llegaron a entenderlo. Además, la física en las colisiones sigue siendo muy pobre, al igual que la simulación de los daños en los vehículos. Ejemplos, todos ellos, de que ser perfeccionista a veces sale caro.

Lo más sorprendente de todo es que Yamauchi ha llevado su afición a la vida real. El productor de 'Gran Turismo' se convirtió también en piloto de carreras en 2009. En 2012 y por segundo año consecutivo el equipo GT Academy, formado entre otros por Yamauchi y el piloto español Lucas Ordóñez, se hizo con la victoria en las 24 horas de Nürburgring en la clase SP8T. A buen seguro, a Barcelona llegará en un buen bólido.