El Supremo absuelve a los guardias civiles acusados de torturas a los etarras de la T4
El alto tribunal entiende que no hay pruebas que "acrediten un exceso de violencia" y que los agentes se limitaron a "cumplir con su deber"
MADRID Actualizado: GuardarLa Sala de lo Penal Tribunal Supremo ha absuelto a los cuatro guardias civiles a los que la Audiencia Provincial de Guipúzcoa condenó por torturar a los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, autores del atentado de la T-4, cuando fueron arrestados en enero de 2008.
El alto tribunal entiende que no hay pruebas que “acrediten un exceso de violencia” y que los agentes se limitaron a “cumplir con su deber”. Según la resolución, las acusaciones de los terroristas de que fueron maltratados tienen “todos los visos” de ser una “falacia”, ya que la propia banda terrorista, recuerda la sentencia, ordena a sus activistas denunciar siempre torturas.
Los agentes fueron condenados en diciembre de 2010. La Audiencia Provincial, que absolvió entonces a otros once acusados, impuso cuatro años y medio de cárcel al sargento que estaba al mando de las detenciones por un delito grave de torturas. Otro funcionario fue condenado a dos años y seis meses, mientras que otros dos guardias civiles fueron castigados a dos años de prisión.
La Audiencia guipuzcoana consideró probado que estos agentes insultaron, amenazaron de muerte y golpearon a los miembros liberados del comando 'Elurra' de ETA en el proceso de su detención y en los diferentes traslados. Sin embargo, el Supremo rectifica esta sentencia al entender que los jueces guipuzcoanos “no tuvieron en cuenta algunos elementos probatorios de descargo de indudable peso exculpatorio”
La Sala, formada por el presidente de lo Penal Juan Saavedra y los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Julián Sánchez Melgar, Juan Ramón Berdugo y José Ramón Soriano, ha tomado esta decisión tras deliberar a puerta cerrada el pasado 20 de octubre sobre los recursos de casación interpuestos tanto por el Ministerio Fiscal como por los cuatro agentes condenados y por los propios etarras.
Portu y Sarasola fueron condenados en mayo del pasado año a 1.040 años de cárcel por el atentado contra la T-4 de Barajas en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos.
