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Alberto Fujimori vuelve a prisión tras confirmarse que no tiene un cáncer terminal

Los médicos certifican que el expresidente ha perdido quince kilos por un cuadro depresivo pero no requiere de hospitalización

LIMA Actualizado: Guardar
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El expresidente peruano Alberto Fujimori ha sido conducido de vuelta a su celda en un cuartel policial de Lima una vez que los médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) han determinado que no tiene un cáncer terminal.

Fujimori, que fue trasladado al INEN el pasado jueves, partió hacia las 16.30 horas de hoy (21.30 GMT) de regreso a prisión en la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía, en el distrito limeño de Ate-Vitarte, en una ambulancia y con fuertes medidas de seguridad.

El expresidente, condenado a 25 años de prisión, fue dado de alta cuando los médicos certificaron que ha perdido quince kilos en los últimos cuatro meses por un cuadro depresivo, y que no tiene un cáncer terminal ni requiere hospitalización.

El jefe del equipo médico que lo atendió, Pedro Sánchez, ha dicho en rueda de prensa que el exmandatario, de 73 años, "es un paciente de alto riesgo por haber presentado cuatro recurrencias (lesiones sangrantes) en la cavidad bucal, desde el cáncer por el que fue tratado en 1997". Fujimori, condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción, es también un paciente hipertenso, con un quiste en el páncreas que está estable, y con cálculos renales. Sánchez ha afirmado que el expresidente no tiene cáncer terminal, pero ha añadido que "toda persona en proceso de una enfermedad neoplásica (cáncer) tiene riesgo de una recaída".

Especulaciones sobre un indulto

En los últimos días se mencionó con insistencia la posibilidad de que Fujimori obtuviera un indulto presidencial si se confirmase la gravedad de su enfermedad, posibilidad que no ha sido descartada por el mandatario Alan García ni por el presidente electo Ollanta Humala.

El médico ha resaltado que el exgobernante seguirá su tratamiento, incluso con un especialista de psiquiatría, en el lugar donde permanece recluido y con controles periódicos cada tres meses en el INEN.