REvueltas en el mundo árabe

Miles de sirios toman las calles en el 'Viernes de los libres'

Al menos seis civiles han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad en tres ciudades del país

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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Seis civiles han fallecido hoy en tres ciudades de Siria después de que las fuerzas de seguridad interviniesen en distintas manifestaciones convocadas contra el Gobierno de Bashar al Asad, según ha informado el activista de Derechos Humanos Razan Zaitona.

Las muertes se han producido el mismo día en el que el Ejecutivo anunciaba que en los próximos días se celebrará un diálogo nacional. El ministro de Información, Adnan Mahmud, aseguró en una rueda de prensa en Damasco que "el presidente ha recibido a personalidades de las distintas provincias para escuchar sus opiniones y demandas" e insistió en que el despliegue militar es para detener a los grupos armados y no para reprimir las protestas. En este sentido, señaló que Al Asad ha ordenado no disparar contra los manifestantes y afirmó que las tropas del Ejército ya se están retirando de la ciudad costera de Banias.

Estas informaciones fueron, sin embargo, rechazadas por el activista de derechos humanos Ammar Qurabi, quien dijo que continúa el despliegue en esta ciudad y que las víctimas de hoy en Banias se produjeron por disparos de las fuerzas de seguridad. Qurabi, director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), precisó que dos personas murieron a causa de la represión de las fuerzas del orden en la ciudad siria de Homs, al norte de la capital, donde en las protestas del pasado viernes fallecieron al menos 15 civiles.

Desde el fin del rezo del mediodía, momento de inicio de las protestas, los grupos opositores denunciaron que en esta ciudad se estaban reprimiendo las protestas y se escuchaban disparos. Otra de las víctimas mortales se produjo en la ciudad de Al Qabun, al noreste de la capital, cuando las fuerzas de seguridad dispararon para impedir la celebración de una manifestación.

Amplio despliegue militar

A pesar de las recientes detenciones de activistas y la dura represión de las autoridades, los grupos opositores sirios lograron que decenas de miles de personas desafiaran el despliegue militar impuesto por las autoridades durante el llamado 'Viernes de los libres'. "Las protestas contra el régimen se han generalizado en todas las provincias sirias, desde Alepo, en el norte, a Al Hasaka y Deir el Zur, en el este, y Deraa en el sur", aseguró Qurabi.

En la ciudad y la provincia de Hama, una multitudinaria manifestación pidió el fin del cerco de las ciudades de Deraa, Banias y Homs, según la red opositora 'La Revolución Siria contra Bachar el Asad'. El mismo colectivo denunció que también se registraron protestas contra el presidente en el barrio de Al Ramla de la ciudad costera de Latakia, pese al cerco impuesto por las fuerzas de seguridad y los matones del gobernante partido Al Baaz.

En la capital se celebraron marchas en la zona de Al Zahera, en el barrio de Mohayerin, y en la plaza de Al Husein, que fueron reprimidas con gases lacrimógenos por las fuerzas del orden. Por su parte, la red 'Sham' aseguró que las fuerzas de seguridad cercaron las mezquitas de la ciudad costera de Yable para impedir que los fieles salieran en una marcha, en un nuevo intento de acallar las protestas. Además, en la ciudad de Idlib unas 3.000 personas participaron en una protesta, en la que corearon eslóganes pidiendo el derrocamiento del régimen y en apoyo a la ciudad de Homs.

La represión de las protestas políticas, que comenzaron a mediados del pasado mes de marzo, se ha saldado hasta hoy con 686 civiles muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, mientras que la ONU elevó esta cifra a entre 700 y 850 fallecidos. En cuanto al número de miembros de las fuerzas de seguridad fallecidos, el ministro de Información dijo que hay hasta el momento 120 muertos y 1491 heridos.

Desde el inicio de las revueltas, el régimen sirio sostiene que detrás de las protestas hay "grupos terroristas" y se niega a reconocer que las manifestaciones están conducidas por ciudadanos que exigen reformas democráticas y la caída del régimen.