Cameron apoya al príncipe Andrés pese a los escándalos

El primer ministro británico, David Cameron, ha expresado por medio de un portavoz su apoyo a la labor del príncipe Andrés como representante del comercio exterior, puesta en entredicho por una serie de escándalos denunciados por la prensa. Preguntado sobre si el duque de York seguía gozando de la confianza del líder tory, su portavoz ha contestado afirmativamente y ha añadido que Cameron "cree que realiza un papel importante en beneficio del mundo empresarial británico y le apoya".

El ministro para la Empresa, Vince Cable, del partido liberaldemócrata, minoritario en la coalición, se distanciaba del segundo hijo de la reina Isabel II al afirmar que corresponde al príncipe juzgar si le conviene o no seguir desempeñando ese papel tras las noticias publicadas sobre sus vínculos con un pederasta convicto. Desde la oposición, el ex secretario de Estado laborista para Europa Chris Bryant ha señalado que el duque de York se ha convertido en "motivo nacional de vergüenza" y se ha preguntado si sus viajes al extranjero son para "ayudar" a las empresas británicas o para "beneficiarse él mismo".

Varios diarios británicos, entre ellos The Guardian y The Daily Telegraph, informaban este lunes del supuesto malestar del Gobierno con la conducta del príncipe y aseguraban que se propone limitar sus responsabilidades aunque sin apartarle totalmente del cargo. La preocupación se debe, entre otras cosas, a las informaciones difundidas por todos los medios sobre los vínculos del príncipe con Jeffrey Epstein, financiero multimillonario estadounidense condenado a la cárcel por proxenetismo de menores.

Una imagen comprometedora

La pasada semana, la prensa británica publicó una foto que mostraba al príncipe Andrés agarrando por la cintura a Virginia Roberts, una chica de 17 años y que ha acusado a su vez a Epstein y a sus amigos de haberla explotado sexualmente. Varios medios informan también hoy de que este multimillonario estadounidense ayudó a la exmujer del príncipe Andrés, Sarah Ferguson, a pagar sus deudas.

Epstein entregó, según esas informaciones, 15.000 libras (17.700 euros) a un exayudante de Sarah Ferguson después de que el príncipe Andrés se lo pidiera para ayudar a su exmujer, fuertemente endeudada, a evitar la quiebra. También se ha criticado el que, tres meses antes de la caída del régimen tunecino, el príncipe Andrés agasajase con un banquete en el palacio de Buckingham a Sajer el Materi, yerno del depuesto presidente de ese país, Zin al Abidine ben Ali, con quien huyó de Túnez junto a otros familiares. Al banquete en el palacio londinense asistieron más de una docena de ejecutivos de multinacionales británicas deseosos de hacer negocios en Túnez.

Fuentes gubernamentales ha señalado al Daily Telegraph que varios políticos encargados de supervisar el papel del príncipe como representante del comercio exterior, entre ellos el ministro de Empresa, Vince Cable, le habían denegado mientras su apoyo. Uno de los políticos aseguró al periódico que se revisarían las responsabilidades del príncipe aunque no se haría un anuncio oficial al respecto para no enojar a la reina o a la familia real.

A pesar de esas críticas, el Financial Times asegura que el duque de York encabezará próximamente una visita comercial a Arabia Saudí, país identificado por el Gobierno como uno de los mercados potenciales más atractivos para las empresas británicas.