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«Somos el Bla Bla Car de las clases particulares para universitarios»

Jordi Llonch presenta en la Universidad de Cádiz su aplicación para poner en contacto a estudiantes con compañeros que puedan ayudarlos a aprobar, con la que triunfó en los 'Mobile Premier Awards' de 2016,

M. MORALES
CÁDIZActualizado:

Jordi Llonch es un joven prodigio que visita la Universidad de Cádiz este lunes para presentar su novedoso modelo empresarial. Después de ser piloto de línea aérea durante 7 años y ser graduado en Multimedia, ha puesto en marcha varios proyectos emprendedores relacionados con el aprendizaje a través de las redes o ‘e-learning’, entre los que ha destacado el entrenador virtual para pilotos (http://wbtda20katana.cu.cc) o un blog educativo (http://elmeuordinador.blogspot.com).

Este joven ha dejado su trabajo en aviación para liderar ‘Sharing Academy’, una plataforma de consumo colaborativo que permite a estudiantes universitarios encontrar y ofrecer clases particulares entre compañeros de la misma carrera. Esta App (aplicación) será el proyecto que mostrará este lunes a los universitarios gaditanos en la Escuela Superior de Ingeniería, a las 11.30 horas, a la vez que los motivará para que desarrollen su propia idea de negocio.

–¿Cuál es el objetivo que persigue en su encuentro con los jóvenes universitarios gaditanos?

–En primer lugar quiero motivarlos para que ellos hagan lo mismo que yo. Que partan de una idea original de negocio y lo pongan en marcha. Yo tardé muchísimo en arrancar ‘Sharing Academy’ y me gustaría explicarles cómo avanzar lo máximo posible, sin perder tanto tiempo. Este proyecto surgió cuando estudiaba el grado de Multimedia. En aquel momento creé un blog. Los tres primeros años estuve analizando la demanda y el último, para diseñarlo. Desde que tuve la idea cerrada hasta que se puso en marcha, pasaron siete meses. Hoy la montaría en un día. Esto es lo que me gustaría transmitirles.

–¿De qué se trata exactamente su empresa ‘Sharing Academy’?

–Es una firma de trabajo colaborativo en la que ponemos en contacto a estudiantes universitarios con otros compañeros de la misma universidad para que les puedan ayudar con clases particulares. No ponemos en contacto con profesores ni investigadores, solo con estudiantes, aunque sean de diferente curso. A veces alguien quiere aprobar una asignatura que se le atragantó y no sabe quién podría echarle una mano. Pues nosotros se lo facilitamos.

–¿Y dónde se encuentra su negocio? ¿Quién paga este servicio?

–Los estudiantes que dan clases cobran entre 15 y 20 euros al compañero que las recibe y nosotros cobramos un porcentaje al que las imparte. Esta es nuestra ganancia. No cobramos al estudiante que quiere mejorar. De esta manera, los estudiantes que tienen algún tiempo libre pueden conseguir ingresos puntuales. Esto es importante subrayarlo, porque no se trata de un sueldo sino de una forma de ganar un dinero extra. Calculo que no más de trescientos euros al mes y no todos los meses.

–¿Y qué asignaturas ofertan? ¿Todas?

–Todas, de todas las especialidades de todas las carreras. Ofrecemos inglés de cada especialidad, pero no somos una plataforma para aprender idiomas, de las que ya hay muchas en todo el mundo, sino para aprobar las asignaturas pendientes.

–¿En qué universidades han presentado ya este servicio y cuántos usuarios tienen?

–En 53 universidades españolas (de las 85 en total que hay en este país). Y creemos que la llevaremos a pocas más porque nos interesan las universidades de gran tamaño, donde los estudiantes no se conocen. Y contamos ya con mil usuarios únicos en toda España. Unos 200 usuarios activos al mes.

–¿Cuántas personas tiene ya en plantilla?

–Somos seis de diferentes nacionalidades, porque para mí es muy importante contar con gente de diferentes partes del mundo. Mi intención es ampliar el negocio e internacionalizarlo. Ya tenemos una colaboradora en Estados Unidos que está haciendo prospecciones de mercado allí, pero aquella cultura es diferente y funciona mucho el voluntariado, así que aún no sabemos cómo lo haremos. También tenemos peticiones desde Francia, país al que queremos ir a presentar la idea.