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Terrenos de la antigua fabrica de delphis - A. Vázquez
CÁDIZ

El puerto de Cádiz pone el ojo en los terrenos de Delphi

La Autoridad Portuaria plantea su compra para expansionar el polígono de La Cabezuela y poder así satisfacer futuras inversiones

El Bajo de La Cabezuela está casi al completo y se prevé que en cinco años se agote el suelo que queda libre

JAVIER RODRÍGUEZ
CÁDIZActualizado:

La Autoridad Portuaria ha puesto su punto de mira en los terrenos de Delphi. Se trata de una fórmula viable a corto plazo para la expansión del polígono de La Cabezuela. Los terrenos portuarios que se encuentran en la orilla de Puerto Real están casi al cien por cien de su capacidad y se necesita, por tanto, más suelo industrial para atender la demanda de inversión. De hecho, solo queda libre un 16% de suelo y todo apunta a que esa superficie estará al completo en un plazo de cinco años. Esta situación ha llevado a los técnicos del puerto de Cádiz a plantear la adquisición del viejo complejo de Delphi como alternativa de futuro. El Bajo de La Cabezuela se ha convertido en los últimos años en un polo de atracción industrial. Entre las inversiones más importantes destaca la que llevó a cabo en 2013 la empresa de alimentación Oromas, especializada en la fabricación de pastas, con 45 millones de euros en su nueva factoría en suelo de Zona Franca o el proyecto presentado el pasado año por el grupo sevillano Petroitálica para la puesta en marcha de una superficie comercial del bricolaje.

La tasación sobre el viejo complejo de automoción es de 2,8 millones de euros

El fiasco de Las Aletas -el Tribunal Supremo volvió a tumbar el pasado abril el desarrollo de un complejo logístico en el entorno del dominio público marítimo-terrestre de Puerto real, ha llevado a la Autoridad Portuaria a acelerar sus planes de expansión y pensar en Delphi como la opción más segura y viable. El propio presidente de la Autoridad Portuaria, José Luis Blanco, ha destacado que el uso de este nuevo suelo será industrial, comercial y servirá también de almacenamiento para los graneles que lleguen por barco a La Cabezuela. Blanco ha señalado que la oferta del puerto sobre los terrenos es de 2,8 millones de euros, según el estudio encargado sobre el valor de tasación.

La expansión del puerto de Cádiz hacia los terrenos de Delphi, como sugiere el informe técnico, se decidirá el próximo martes durante la reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. La intención es comprar una parcela de 276.419 metros cuadrados en el Polígono Industrial Trocadero, en Puerto Real, correspondiente a los terrenos que ocupaba la antigua Delphi. En caso de que la propuesta sea aprobada será trasladada a la dirección de Puertos del Estado, que tendrá la última palabra. El artículo 44 del Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante establece el procedimiento para las enajenaciones de bienes, que se aplica también a las adquisiciones. En este sentido, la normativa requiere la comunicación previa a la Dirección General de Patrimonio del Estado y las condiciones de la misma deben ser autorizadas por Puertos del Estado.

La ubicación del suelo de Delphi es estratégica, ya que se encuentra muy próxima al Bajo de La Cabezuela y, además, está integrado en el polígono del Trocadero. El complejo industrial de Delphi aparece también en la futura línea ferroviaria de La Cabezuela, que permitirá la conexión del puerto con la línea Cádiz-Sevilla, lo que favorecerá la salida por tren de la mercancía que llegue por barco.

No obstante, la operación de compra del suelo es compleja debido a los condicionantes que pesan sobre la vieja fábrica de automoción. Los terrenos llevan inmersos ocho años en un proceso concursal.

La operación es compleja debido a los condicionantes que pesan sobre esos terrenos, que llevan ocho años en concurso de acreedores

Los administradores concursales dieron una última oportunidad al complejo industrial de Delphi en mayo de 2016 antes de firmar su demolición definitiva, avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Los responsables concursales sacaron de nuevo a la venta la parcela.

La titular del juzgado de lo Mercantil de Cádiz, María del Castillo Mendaro, falló a favor del derribo del complejo a mediados de enero alegando que mantener en pie estas naves solo empeoraría la situación económica y alejaría una posible solución para los acreedores. Los sindicatos, el Ayuntamiento de PuertoReal y la Junta de Andalucía rechazaron entonces esta medida al considerar que era más factible vener el complejo con las naves que sin ellas. La oferta de la Autoridad Portuaria abre una nueva puerta, sin embargo, la deuda que dejó el cierre de Delphi a sus acreedores, más de diez millones de euros, es el valor que se puso al suelo. Los terrenos de la vieja factoría han sido el caballo de batalla de los exdelphis, que han visto en su venta para uso industrial la posibilidad de reincorporarse al mercado laboral gracias a la entrada de nuevos inversores.

La liquidación del patrimonio que dejó Delphi en la Bahía tras su cierre definitivo en junio de 2007 está siendo gestionada desde entonces por tres administradores concursales. Su deber es conseguir atender a la veintena de acreedores de Delphi, entre los que se encuentran desde el propio Estado hasta pequeños y medianos empresarios. El conjunto de los acreedores reclama más de 10 millones de euros. Durante todos estos años han creído que la solución pasaba por la venta de los suelos y sus naves a una empresa interesada en montar otro negocio o bien a la Administración pública. En estos casi ocho años solo una empresa se ha instalado allí para ocupar una parcela de 39.000 metros cuadrados del total de 250.000 para montar una planta de reciclaje y ha sido un proyecto fallido que emprendió el empresario Antonio Moreno con Redelsur.

El plan de liquidación de Delphi, elaborado en 2009, valoró los terrenos y edificios de Delphi en 44 millones de euros. Pero mantenerlos en pie ha costado más de dos millones. Así que los administradores concursales pidieron en 2015 a la juez permiso para derribar las naves. La petición fue atendida y en enero de 2016 la juez aceptó la propuesta. Posteriormente fue reafirmada por el Alto Tribunal de Andalucía.