Un gaditano, el rey de los móviles y los alquileres inventados

A Pedro E. F. lo detuvo la Policía por primera vez en junio de 2012. Tras esta pillada, hubo más: dos en 2013, tres en 2014 y otros cuantas este año. En 2015 se mantuvo fuera del ‘negocio’. Quizá porque estaba en la cárcel. Pero entonces, el estar privado de libertad no le tuvo que disuadir lo suficiente porque a los quince días de salir de su celda, volvió a las andadas al hacer nuevos movimientos de engaños en una de sus numerosas cuentas bancarias. Hace una semana, la Policía informaba que habían vuelto a detenerlo. En esta última ocasión, se le acusa de haber estafado a una treintena de personas a las que les vendió un terminal que no existía o les alquiló una casa en la costa gaditana que nunca pudieron ocupar y que les dejó sin vacaciones.

Llegó a utilizar cinco identidades distintas.

Este gaditano es presuntamente uno de los grandes expertos del país en engañar a turistas ofreciéndoles casas que no son de su propiedad o ni siquiera están en renta. Es un estafador reincidente que durante años se han amparado en hacer transacciones por menos de 400 euros para esquivar el delito y quedarse en una falta que evite una dura condena penal. Pero su reincidencia y ambición podrían poner por fin coto judicial a sus engaños. Esta vez, los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de Cádiz han logrado, tras una laboriosa investigación, acusarle de delito continuado de estafa y, el Juzgado de instrucción número 4 ha dictado para él prisión preventiva.

Afectados por toda España

Fuentes policiales cifran en más de 200 los estafados por este individuo. Pero se teme que podrían ser muchos más, ya que no todo el mundo denuncia al considerar que nadie les devolverá el dinero. Sin embargo, estas denuncias sí son importantes para poderle sumar cuentas pendientes. En esta última ocasión, las víctimas se han repartido por toda España. Algunas de ellas, han sido familias que al llegar este verano a Chiclana, Conil o Barbate, el apartamento por el que habían pagado una señal no existía o no era para ellos. Pedro E. F. se había encargado de fastidiarles las vacaciones prometiéndoles una casa de ensueño por internet con fotos reales pero nada más. Habían sido engañados.

Su incansable actividad delictiva le ha llevado a depurar su 'modus operandi'. Así, por ejemplo ha llegado a utilizar los datos bancarios de sus propias víctimas para seguir estafando, o el DNI de sus familiares porque el suyo había quedado retenido por la justicia. Para dar confianza, se ha llegado a hacer pasar por guardia civil o por vigilante de seguridad e incluso, ha tenido la sangre fría de quedar en persona con alguno de los perjudicados.

Y es que su descaro es otra de sus 'cualidades'. Si en las primeras detenciones intentaba mentir, en las más recientes no duda en contar que las estafas son su forma de «ganarse la vida». Como ejemplo una anécdota. Hace poco cuando se le intervino su carné de identidad fue capaz de acudir a la Policía a sacarse otro y decir que se lo habían robado. Con él intentaba abrir una nueva cuenta para seguir en el negocio.

Tal es su historial que si se hace una búsqueda en Google sobre este presunto estafador es fácil encontrar algunos foros que advierten sobre sus mentiras. Consciente de este hecho, últimamente el propio Pedro E. F. ha estado cambiando cada poco tiempo de número de móvil para no levantar sospechas por si vuelve a atacar de nuevo.